Urgente Un incendio en un bingo desata la alarma en el centro de Valencia
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a Ximo Puig y José Luis Ábalos, en 2019 jesús signes

Las incógnitas del PSPV tras la revolución de Sánchez

El partido se prepara para afrontar el escenario que deja la salida de Ábalos: de la sucesión de Puig a los nuevos referentes del sanchismo

M. Hortelano

Valencia

Lunes, 12 de julio 2021, 00:13

El optimismo en el PSPV va por barrios. O por familias. La profunda remodelación llevada a cabo este fin de semana por el presidente del Gobierno en los ministerios ha puesto patas arriba a la federación socialista valenciana, que se preparaba ya para un otoño ... caliente de citas orgánicas. Tras la elección de la exalcaldesa de Gandia, Diana Morant, y sobre todo, la salida del Ejecutivo y de Ferraz de José Luis Ábalos, todos los grupos tratan de resituarse en un tablero en el que unos creen que la partida no está terminada y otros la dan por ganada incluso antes de tener asegurado el jaque con el último movimiento. Y es que la revolución Sánchez ha desequilibrado las fuerzas en el PSPV y ha sumido a parte del partido en un alto grado de confusión respecto a algunas de las decisiones tomadas por el presidente. Sobre todo la salida de Ábalos, pero también la entrada de Morant, que desde el entorno de Puig no dudan en arrogarse. Ahora, encima de la mesa hay distintas incógnitas que se irán desvelando a lo largo de estas semanas, las previas a los congresos federales y nacionales del próximo otoño.

Publicidad

¿Quién apadrina a la ministra Diana Morant?

La nueva ministra de Ciencia, Diana Morant, llega a Moncloa desde el mundo del municipalismo. Con apenas 41 años y dos legislaturas como primera edil de una gran ciudad como Gandia, no ha participado demasiado de la vida orgánica del partido en lo que a cuitas internas se refiere. Englobada dentro de la familia que lidera el presidente de la Generalitat, Morant llegó al ayuntamiento de la mano del entonces alcalde, José Manuel Orengo, con quien le une una estrecha relación. Sin embargo, nunca ha sido parte del núcleo lermista. Quizá porque corresponde a una generación muy distinta en edad y en maneras de hacer política. Su fichaje es ahora reivindicado por el entorno del presidente de la Generalitat. Otras fuentes la sitúan como sugerencia del nuevo jefe de gabinete de Sánchez, Óscar López; mientras que ella misma aseguró ayer que el presidente del Gobierno fue quien la llamó para tantearla hace ahora una semana. Su nombramiento está dentro del perfil de otras nuevas ministras, por lo que su llegada a Madrid parece formar más parte de una estrategia política que de la recomendación palaciega. Mujer, joven, alcaldesa, feminista y con un liderazgo moderno. Otras alcaldesas de más cercanía a Puig cumplían este perfil, pero Sánchez se ha decantado por este joven valor con mucho futuro en el partido.

La ejecutiva de Puig y los herederos del sanchismo

Los socialistas valencianos se preparaban estos días para una de las cosas que mejor se les dan desde hace tres décadas. Numerarse para un congreso del partido. Dos, en este caso, porque el PSOE había decidió traer a Valencia su congreso federal en octubre y apenas un mes después, se renovaría la dirección del PSPV en la Comunitat. Los abalistas, hasta ayer los embajadores del sanchismo en territorio valenciano habían avisado ya de que la premisa para un cónclave tranquilo y sin sobresaltos era la habitual. Paz por territorios. En este caso, por una parte de representación en la ejecutiva nacional, llegaron incluso a poner nombre a uno de los puestos en la lista de deseos: la secretaría de Organización, el epicentro de la fontanería del PSPV. Sin embargo, con Ábalos fuera de juego, sus afines se recuperan ahora de la noticia, antes de trazar una estrategia de cara a las citas orgánicas. Desde el entorno de Puig creen que el mensaje que lanza Sánchez es claro. Nada de guerra en la federación valenciana. Pero desde el abalismo deben decidir si quieren hacer valer su peso, sobre todo en la provincia de Valencia. La secretaria provincial, Mercedes Caballero, ya había hecho pública su intención de volver a presentarse. Además, las dos familias se disputan ahora el título de sanchistas.

Se abre el debate para la sucesión de Puig

¿Quién sucederá a Ximo Puig cuando decida retirarse? Esa es una de las preguntas que desde hace tiempo sobrevuelan el socialismo valenciano. Hasta la fecha hasta el propio Puig se había descartado a sí mismo para continuar como secretario general de los socialistas valencianos, desde que en el congreso de Elche anunciará que no volvería a optar a liderar el partido. Un error táctico que abrió la veda para que algunos en el partido lo dieran por amortizado y comenzaran a articular candidaturas futuras para sucederlo. Sin embargo, el jefe del Consell rectificó y acabó reconociendo que sí volverá a presentarse en noviembre. Hasta la fecha, ningún candidato ha asomado demasiado la cabeza, pero los nombres siempre han estado encima de la mesa. En el entorno de Puig no hay un sucesor designado, y en el sanchismo, se había articulado alrededor del alcalde de Burjassot, Rafa García, contra el que ya compitió en primarias. Pero, ahora, con la elección de Diana Morant como nueva ministra de Ciencia, Sánchez parece haber marcado el camino sucesorio en el socialismo valenciano. O al menos, ha ayudado a que la figura emergente de la hasta ahora alcaldesa de Gandia se posicione. Morant contará desde hoy con un foco permanente y con hilo directo con el presidente del Gobierno. Aunque nunca ha estado en ninguna quiniela, habrá que estar atentos a los gestos que de ahora en adelante lleven a cabo los dos presidentes con ella. Tanto el del Gobierno, con la visibilidad que se le dé dentro del Ejecutivo, como el de la Generalitat. En la actualidad, Morant preside el comité nacional del PSPV, pero está por ver si asume peso dentro del partido y a qué nivel.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad