El relevo en la Conselleria de Agricultura supone la recuperación de Isaura Navarro en la primera línea política. De Navarro se habló en su día ... como el gran referente de la izquierda -más allá del PSPV-, pero el ciclón de Mónica Oltra arrasó con su figura y las expectativas.
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Isaura ha sabido mantenerse en ese segundo escalón, casi más gratificante que el primero por la menor exposición mediática. Y su momento parece haber llegado. A siete meses de elecciones. Navarro, que forma parte de Iniciativa, el partido de Mónica Oltra, recupera todo el foco aupada por la vicepresidenta Aitana Mas. Se trata del primer golpe de poder de la máxima responsable de la coalición en Compromís.
Isaura Navarro recaló en la secretaría autonómica de la Conselleria de Sanidad después de un aciago 2019. Esperaba, quizá, una estancia tranquila y se encontró con la mayor pandemia del último medio siglo. Tampoco había tenido suerte en los meses anteriores. Trató de ser diputada nacional. Iba la número 2 detrás de Joan Baldoví en aquella sorprendente -y más tarde decepcionante- alianza con Más Madrid. Los votos solo llegaron para mantener a Baldoví, que ahora se ha presentado para suceder a Oltra al frente de la candidatura autonómica.
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Su afán por salir de la Comunitat, no obstante, persistió. Su segundo intento fue el Parlamento Europeo, un destino casi idílico para los que se dedican a la políticas por sus magníficas condiciones económicas. Se presentó en la misma lista tras perder las primarias contra Jordi Sebastià, del Bloc. Tampoco tuvo suerte.
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Fue un año con algún que otro traspié. Por ejemplo, su desafortunada campaña. Navarro utilizó su despacho en el edificio oficial de la Conselleria para pedir el voto para Compromís. La número dos de Sanidad colgó en sus redes sociales un vídeo en el que se pueden observar las vistas de la calle Micer Mascó, donde se sitúa la sede del departamento, y en el que pedía a sus seguidores que si votaron a la formación en las autonómicas y municipales y no en las generales, opten ahora por la coalición el próximo 10 de noviembre.
Ahora se pone al frente de una conselleria con enormes retos por delante. Emergencia climática, la tramitación de los proyectos de energías renovables o la protección de enclaves tan determinantes como la Albufera figuran en ese listado de prioridades. Pero el recorrido es corto. En siete meses poco podrá articular más allá de posicionarse para ese Botánico 3.0 con el que sueñan los principales dirigentes del tripartito.
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El anuncio de la nueva consellera ha generado alguna tímida reacción entre los agricultores. Desde la asociación de agricultores AVA comentan la nula vinculación de Navarro con el mundo agrario.
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