El magistrado recusado en el caso de Zaplana deja la Audiencia y se marcha a un juzgado de lo Penal

Este abogado lo denunció hace 20 años por un delito de cohecho a cambio de supuestas rebajas de pena. El TSJ archivó el caso por falta de indicios para continuar con el procedimiento. No se llegó a celebrar ni juicio.

Megía, tras toda la polémica y la difusión del caso en los medios, presentó su abstención, pero la sección la rechazó al entender que no se daban los requisitos. Fue entonces cuando Grima anunció -y materializó- la recusación. El magistrado, que podía haberse jubilado el pasado mes de marzo pero solicitó una prórroga de dos años, aceptó finalmente la recusación. De esta forma, se cerró el incidente.

El expediente de esta recusación contaba también con el informe de la Fiscalía Anticorrupción que consideraba que se daban todos los requisitos para que el magistrado fuera recusado. Sin duda, un criterio que también pudo inclinar la decisión del profesional.

Solventado ese expediente, y en paralelo a todo ese proceso, Megía concursó a uno de los dos penales de Valencia donde había vacantes, según ha podido saber LAS PROVINCIAS. La resolución provisional de ese procedimiento le otorga el Penal 4, un órgano judicial saneado, lo que supone una atractiva salida profesional para los últimos meses de su carrera.

Al mismo tiempo, la más que probable salida de Megía dejará una plaza vacante en la sección Cuarta. Será el momento de convocar un concurso, en un principio, sólo para los compañeros de la Audiencia que quieran cambiar de sección. El que resulte ganador se incorporaría al tribunal que debe juzgar a Eduardo Zaplana y al resto de colaboradores. Asunto diferente es quién asumirá de forma definitiva la ponencia del caos Erial. De momento, el ponente sustituto es el presidente de la sección, Pedro Castellano. Esta situación podría convertirse en definitiva o asumirla el recién llegado.

El siguiente paso será el señalamiento de la vista que se ha visto demorado por toda esta sucesión de acontecimientos. El juicio puede celebrarse después del verano. Dependerá también de la disponibilidad de la sala Tirant, unas dependencias habilitadas en la Ciudad de la Justicia para juicios multitudinarios.