Jueves, 14 de febrero 2019
La enorme movilidad del exjefe de gabinete de Eduardo Zaplana, Juan Francisco García, y el hecho de que no siempre pernoctara en su domicilio, obligó a la UCO a poner en marcha «ciertas medidas urgentes y eficaces» qué permitiesen asegurar los medios de prueba y elementos vinculados a la investigación. Con ese objetivo, el juez ordenó la instalación en el vehículo de un dispositivo técnico de seguimiento y localización. En concreto, un micrófono para poder vigilar sus conversaciones y un GPS para conocer la ubicación exacta del automóvil. La Guardia Civil consideró que la medida era el medio menos lesivo para la consecución de lo pretendido con las diligencias que debían ser practicadas, al entender que no se podía establecer un patrón temporal de ubicación de acuerdo a sus rutinas.
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