Oltra copia a Podemos con la teoría de la conspiración

Pero también en lo político-mediático, donde se juega todo este monumental enredo, Oltra ha errado. Levantó el muro de las conspiraciones y este, paulatinamente, comienza a resquebrajarse. Primero fue aquello de que la querían hacer culpable por ser mujer de los errores de su pareja. La idea, de escaso tino, duró poco.

Enseguida la modificó porque, la realidad, es que no hay nada como el fantasma de la extrema derecha, el monstruo de esta conspiración. Tenía ahí a José Luis Roberto, líder de España 2000, a la tertuliana Cristina Seguí y a Vox. Todos forman parte de las diferentes acusaciones. Esta propuesta sí gozó de mayor respaldo, especialmente por los correligionarios que disponían de un discurso tan fácil de defender como erróneo.

Esto duró –si se podía sostener la consistencia de esta tesis– lo que tardó el juez de Instrucción 15 de Valencia en enviar la exposición motivada al TSJ. El durísimo informe de la fiscal sólo hizo que desacreditar la posición de la líder de Compromís. Tras la imputación del alto tribunal, a la coalición no se le ocurrió nada mejor que montar un 'sarao' para demostrar que aquí no pasaba nada.

Como en todas las fiestas siempre hay uno que tiene que hacer ver que lo disfruta más que el resto. Ese papel, impostado e innecesario, le correspondió a Oltra. La apariencia de que la vida sigue resultó ridícula para sus socios de Gobierno.

Estos días también se ha añadido un nuevo ingrediente a las teorías conspiranoicas: los medios de comunicación está comprados y ocultan la realidad. Abrió el fuego Oltra con un vídeo en plan «lo que no verás en las televisiones». Y casualmente este total había sido emitido en directo. Pero eso quizá no fuera lo importante para los objetivos de Oltra.

Este fin de semana, la coalición ha hecho circular un vídeo por las redes donde supuestamente desenmascaran a esta conspiración, liderada por «la extrema derecha y subvencionada por las grandes empresas». Todo parece ser un complot de los que se «forran» con la privatización de la «sanidad pública y pagan a los medios que mienten y construyen un estado de opinión contrario a Oltra».

Incomprensiblemente mezclan también la parálisis que arrastra el Poder Judicial y concluyen -que ya es mucho concluir- que todo es una maniobra para ir contra la vicepresidenta «por sus políticas para beneficiar a la ciudadanía por encima de las grandes empresas». A continuación, glosa todos las virtudes de la líder de Compromís y sus éxitos electorales (2015 y 2019). «Está en juego la democracia», advierten. Su jefe de gabinete -el único que se mantiene desde el inicio del Botánico– también se ha sumado a la campaña con indisimulado fervor.

Hay nervios. Tratan por todos los medios de disimular la tensión que inunda Compromís. El núcleo de la vicepresidenta se atrinchera. Pero no todos en Compromís validan la teoría de las conspiraciones. De hecho, bebe de la estrategia de Pablo Iglesias y su afán por desprestigiar a los medios tradicionales para montar unos propios en los que poder explicar 'la verdad', es decir, la versión del exlíder de Podemos. También se ha aprovechado para abrir una cuenta de apoyo a Oltra bajo el epígrafe: «La veritat només té un camí». Por el momento en Compromís mantienen esa dirección. Pero todo puede cambiar. Cada día hay una nueva intersección. No descarten tampoco nuevas conspiraciones. Si el presidente aprieta el acelerador, quizá sea el protagonista de otra trama de la factoría Oltra. La alianza del PSPV con la extrema derecha para terminar con la democracia y, de paso, con la vicepresidenta.