Oltra protege a Puig sin desmentir las acusaciones sobre su hermano Francis

«Los hermanos no se eligen; la corrupción, sí», responde la vicepresidenta al PP ante las denuncias de una exempleada de la trama judicializada por el modo en que captaron subvenciones

burguera

Jueves, 11 de febrero 2021, 11:40

Nadie quiso pasar inadvertido ayer en Les Corts. Última semana electoral catalana, en términos políticos; unas cifras pandémicas desoladoras, en lo que se refiere a la Comunitat; y unas acusaciones impactantes en relación al afán de acaparar dinero público, en lo relacionado con Francis Puig, el hermano del presidente de la Generalitat. Todo sumado destila un cóctel parlamentariamente muy cargado.

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La entrevista a Inés Aularpublicada por LAS PROVINCIAS fue el arma arrojadiza que el PP empleó para sacudir a Puig y al Consell. Las acusaciones de la exempleada y denunciante de la trama para captar subvenciones vinculada al hermano del jefe del Consell se emplearon de manera directa. La diputada popular Eva Ortiz leyó literalmente las declaraciones publicadas por este diario sobre el 'modus operandi' del cartel de las productoras castellonenses que han exprimido hasta la saciedad (y quizá hasta más allá de lo legal) las capacidades subvencionadoras del Consell. Y también se utilizaron de manera indirecta, cuando la portavoz del PP, Isabel Bonig, criticó la escasa inversión en instalaciones sanitarias en la Comunitat desde la llegada del Botánico. Bonig consideró que en algún caso «casi reciben más sus hermanos (de Puig) con las ayudas. Clin, clin, clin, cae la subvención, a ver si clin, clin, clin, cae el hospital». Bonig ironizó de esta manera recordando el modo en que Aular relató en la entrevista la algarabía que se organizaba en las oficinas de los Adell Bover (la familia con empresas que comparten actividades con las firmas vinculadas a Francis Puig) cada vez que se tenía noticia de que la Administración valenciana les concedía una nueva ayuda pública. Aular llegó a revelar que la trama concebía el DOGV «como si fuera una caja registradora: 'decían clin, clin, clin, 70.000 euros, bien'. Había aplauso en la redacción. Entraba en el despacho María (esposa de Juan Adell) y decía: 'ha caído la subvención'. Y clin, clin, clin».

Después de que Bonig deslizase el puyazo hacia los quehaceres de los socios del hermano del presidente, Eva Ortiz pasó a lo concreto. Se dirigió a Puig declamando numerosos pasajes de la entrevista a Inés Aular. La portavoz adjunta del PP hizo sonar la cañonería. Recordó que el hermano del presidente ha quedado señalado como «cerebro» de la trama investigada en los juzgados por ser el eje alrededor del cual giraban todas las gestiones para captar las ayudas públicas. Ortiz le preguntó al presidente si sus hermanos se van a querellar contra Aular tras las graves acusaciones, y acusó a Puig de proteger las irregularidades perpetradas por su familia al interrogarle sobre cuándo dejará «de tapar la corrupción de sus hermanos».

El deseo de trascender, al menos de la oposición, se percibió pronto durante la sesión de control en la Cámara al presidente. La vicepresidenta Oltra también sacó a pasear el filo oratorio. La líder de Compromís desenvainó un florete para defender al Consell y pinchar. No se sabe exactamente a quien, ciertamente. En cualquier caso a la oposición, y para la libre interpretación se deja si a alguno más. Oltra esgrimió un florete peculiar, porque parecía que tenía filo y contrafilo.

La vicepresidenta replicó a Ortiz, quien no evitó un gesto de sorpresa al ver que era Oltra la encargada de parapetar al líder del PSPV. La diputada del PP ha orientado siempre sus preguntas hacia el ala socialista del Consell. La vicepresidenta no suele ser la persona que contesta a las cuestiones que, sistemáticamente, plantea Ortiz sobre todos los casos judicializados y relacionados con la familia del presidente de la Generalitat. Últimamente se encargaba de eso Soler, el conseller de Hacienda socialista, con suerte dispar: entre mala y desdichada. Puig no responde a estas cuestiones en la Cámara, y cuando lo hace a preguntas de los periodistas emplea la tercera persona para referirse a sí mismo: el presidente no tiene nada que ver, dice.

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Oltra exoneró asépticamente a Puig, Ximo, desligándolo de lo hace o hizo otro Puig, Francis, a la sazón su hermano. La vicepresidenta recalcó que si el PP dispone de la documentación que ha acabado en los juzgados es porque el Consell se la ha facilitado. Y esa accesibilidad es algo que durante los años en que los populares estuvieron al frente del Gobierno valenciano «no ocurría», subrayó Oltra, que enumeró los casos en los que la izquierda pidió documentación al Consell del PP sin recibir respuesta hasta que acudió a los tribunales, todos temas asociados a posibles corruptelas. Tras repasar el listado de casos, la vicepresidenta remató señalando que «los hermanos no se eligen, pero la corrupción, sí». Ni una valoración sobre las acusaciones realizadas por Aular, mientras varios consellers de Compromís se miraban entre ellos sin aplaudir ante la situación. Fuentes de la coalición admiten la ambigüedad en la respuesta de la vicepresidenta y resaltan que ella «ha defendido la honorabilidad del Consell y de su presidente». ¿Y de su hermano? Pasapalabra.

El portavoz de Ciudadanos también tenía ganas de aportar su granito de arena. Toni Cantó, visiblemente irritado, recordó que desde la última vez que Puig se pasó por Les Corts las cifras de muertos y afectados por el coronavirus han situado a la Comunitat en el top de un calamitoso ránking. El líder de Cs le reprochó a Puig que no haga cambios en el Consell a pesar del descontrol sanitario. Y es que, para Cantó, los socios del PSPV, Compromís y Podemos, son unos «inútiles populistas» que se dedican «a hacer el ridículo» porque «no saben hacer la o con un canuto» y sólo dicen «chorradas» y son «unos impresentables», ante lo cual ha reclamado a Puig que «lidere su gobierno de una puñetera vez». Cantó, además, culpó a esos populistas de que Cataluña sea ahora «territorio Comanche», en el cual él iba a participar en un acto electoral que preveía repleto de tensión. Y tras despacharse a gusto, el líder de Cs se fue a la cafetería de la Cámara, se ventiló un bocatín y tomó rumbo a Barcelona.

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