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Joan Baldoví, durante una intervención en la tribuna de Les Corts. EP

«¿Y ahora quién paga todo el sufrimiento?»

Compromís denunció lawfare y el daño personal causado a Oltra después de haber impulsado el linchamiento político de Camps, ahora con todas las causas archivadas

JC. Ferriol Moya

Valencia

Miércoles, 29 de mayo 2024, 12:43

La declaración que encabeza este artículo es de Joan Baldoví, el síndic de Compromís en Les Corts. Pero no es de este miércoles tras conocer el archivo de la última causa judicial que afectaba a Francisco Camps. La hizo el pasado 2 de abril, nada ... más conocerse el archivo de la investigación abierta a Mónica Oltra, la exvicepresidenta del Consell con el Botánico y exlíder de la coalición nacionalista.

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«¿Y ahora quién paga todo el mal hecho? ¿Y ahora quién paga todo el sufrimiento? ¿Y ahora quién paga todos los insultos y el acoso?», señaló entonces Baldoví. Oltra dimitió tras su imputación en la investigación sobre el papel de la Conselleria de Igualdad que dirigía en relación con la denuncia de una menor tutelada por los abusos de su exmarido. Ahora, su partido celebra la decisión judicial. «Es un triunfo de la verdad y la justicia», «hoy ganan los buenos, hoy comienza todo», escribió el partido en sus cuentas oficiales de redes sociales.

El propio Baldoví mantuvo en Onda Cero la tesis de que el caso de Oltra era distinto, por ejemplo, el de Isabel Díaz Ayuso. En el programa de Carlos Alsina, tras el archivo del caso Oltra, el síndic de Compromís vino a explicar que no era lo mismo «el caso de Mónica Oltra con las condenas de culpabilidad que hace la izquierda al respecto de casos que salpican a Rita Barberá o Isabel Díaz Ayuso, por irregularidades de su cuñado y su novio, respectivamente. «La señora Ayuso vive con un defraudador confeso al que ella intentó defender [...] y que desde que es pareja de la señora Ayuso ha aumentado por cuatro sus ingresos con la empresa Quirón«, el principal cliente de la sanidad madrileña en la colaboración público-privada. »No es lo mismo«, sostuvo.

Baldoví habló de acoso a Oltra, olvidando de forma deliberada el acoso a otros dirigentes políticos no solo investigados por los tribunales de justicia, sino sometidos incluso a un permanente escrache social. El ejemplo más claro, el de Francisco Camps.

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Las declaraciones de Baldoví, como las de otros cargos de su partido, sirvieron para sostener una tesis: que el archivo de la causa contra Oltra certificaba el caso de lawfare que había sido, a juicio de esta formación, todo el proceso contra la exlíder nacionalista. Una persecución «de manual» contra una dirigente política «que incomodaba a algunos», se vino a decir. «La verdad cae por su propio peso. No hay nada más que lo que se inventaron unos interesados para hacerle daño. Por fin la justicia confirma lo que Mónica Oltra siempre defendió: su inocencia y su decencia. Lo que otros nunca tendrán», escribió otra diputada de Les Corts. Yolanda Díaz o Carlos Fernández Bielsa son cargos de otros partidos que también se felicitaron por el archivo.

Otros, como el portavoz de Sumar, Iñigo Errejón, mostró su apoyo a Oltra. «El daño ya está hecho. El objetivo no era penal, era político», criticó Errejón en rueda de prensa en el Congreso.

Lo cierto es que Oltra logró su archivo. Y Camps con el de este miércoles pone fin a un linchamiento político y personal que sumaba una decena de investigaciones judiciales desde 2009, archivadas una tras otra hasta la última de esta jornada, y que provocó en verano de 2011 su día su dimisión como presidente de la Generalitat justo después de haber obtenido una nueva mayoría absoluta en las elecciones autonómicas.

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No sólo eso. El exalcalde de Valencia Joan Ribó calificó de «lawfare descarado» la investigación judicial a Oltra. Pero Compromís es la formación política que con mayor tenacidad impulsó las denuncias contra Camps que tanto tiempo le han mantenido inhabilitado para la acción política, tratado casi como un apestado para una parte la sociedad.

Camps ahora se ve liberado judicialmente. Pero las 150 portadas de algún medio de comunicación, o las camisetas de la propia Oltra con la cara del expresident o la piedra lanzada por un exportavoz socialista en el propio hemiciclo ya no se las quita nadie.

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