Yolanda Díaz en el acto central de campaña electoral de Compromís-Sumar para el 23-J. Irene Marsilla

La expansión valenciana de Sumar amenaza la alianza con Compromís

El sector nacionalista arremete contra el ex de Podemos Txema Guijarro, encargado de implantar el partido de Yolanda Díaz en la Comunitat

Mireia González

Sábado, 12 de agosto 2023, 01:07

Las diferencias en Compromís ya no son tan internas. El desacuerdo en decisiones órganicas ha trascendido a su relación con Sumar, partido con el que la coalición concurrió a las elecciones generales del 23 de julio. Tras los comicios, la lista conjunta logró un ... único diputado al Congreso por Alicante y tres por Valencia. Txema Guijarro, que encabezó la controvertida lista de Sumar-Compromís en la provincia alicantina recogía la semana pasada el acta de parlamentario en Madrid, no sin el descontento del sector nacionalista.

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La polémica en la coalición comenzó con el proceso de alianza con Sumar. Dentro de la formación, los integrantes de Bloc i País, la corriente nacionalista de Més, se negaron a participar en la votación del Consejo Nacional sobre el pacto con el partido de Yolanda Díaz como protesta contra que «no se había consultado previamente la opinión de la militancia» como «habían pedido en múltiples ocasiones sin recibir ni siquiera una respuesta». Denunciaron, además, que se hubiera convocado «solo unas pocas horas antes del cierre del plazo para registrar coaliciones electorales, sin las 48 horas de antelación que exigen los Estatutos de Més Compromís».

Las críticas internas ya anticipaban el malestar en la coalición que no hizo más que aumentar posteriormente con la pérdida de poder institucional tras la debacle del 28-M. Perder el Consell del Botánico y los altos cargos en la Generalitat obligaba a la coalición a reorganizarse según los resultados obtenidos lo que provoco una pugna por los pocos puestos de poder. La guerra entre partidos estalló en la votación de senadores territoriales.

Estas disputas orgánicas también salpicaron a la coalición con Sumar para las generales. Yolanda Díaz colocó a Guijarro, que todavía pertenecía a Podemos, como representante de Sumar en la Comunitat y número uno de la lista al Congreso por Alicante. Una elección también con tensiones debido a la disputa por el puesto entre Guijarro y Carlos Bernabé, líder de Cambiemos Origuela, al que apoyaron en un manifiesto dirigentes de Compromís, Esquerra Unida y ex cargos de Podemos.Los reproches en el territorio valenciano no tardaron en llegar. Los nacionalistas arremetieron contra que un «madrileño de nacimiento que no se había implicado en la Comunitat» liderara la lista de Alicante. Aunque un alto al fuego se acordó un alto al fuego para que las discrepancias no afectaran a los resultados electorales.

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Sin embargo, el último movimiento del partido de Díaz ha reavivado el enfrentamiento y ha terminado con las sinergias entre Compromís y Sumar. La alianza que formarón para conseguir mayor peso en las generales ahora se tambalea. Guijarro anunció que se plantea la construcción de una dirección autonómica de Sumar en Alicante que también se extendería al resto del territorio valenciano. Un partido que podría hacerle la competencia a Compromís en la Comunitat y dificultarle las cosas a la formación nacionalista de cara a nuevas elecciones autonómicas. Aunque de momento la coalición mantendrá por un tiempo su posición como fuerza mayoritaria a la izquierda del PSPV tras la desaparición de Podem en las instituciones valencianas.

Los partidos que integran Compromís todavía no se han pronunciado, sin embargo, la corriente nacionalista de Més arremetió en redes sociales con la dirección de la coalición por «colaborar en la creación de un partido españolista que competirá directamente con Compromís al haber introducido a un paracaidista en un intercambio de cromos para conseguir un puesto en el Congreso». «¿Nos han hecho votar a un madrileño para que, además, se haga tránsfuga para organizar un nuevo espacio de izquierda española?», escribían en su cuenta de Twitter. A estas críticas también se han unido otros miembros de la coalición como Mónica Álvaro, dirigente de Més, y Xavier Rius, componente de Iniciativa.

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Este intento de desmarcarse de Compromís tras el 23-J podría suponer un puento de inflexión sobre el futuro de la coalición y deja un nuevo frente abierto a la formación nacionalista. Y no les sobran. En la coalición tienen muchas batallas internas por resolver y que amenazan a la estabilidad del grupo. Dentro de Compromís siempre ha habido un debate soterrado: cómo y cuándo dar el paso de una coalición de partidos a un único partido a todos los efectos. El no haber resuelto aún este dilema es lo que ha acabado por hacer estallar las disputas con las que tiene que lidiar una coalición compuesta por tres partidos diferentes y ha hecho que poco a poco la situación se haga insostenible.

De hecho esta misma semana las tensiones volvían a aflorar con las declaración de Vicent Marzá, portavoz adjunto de Compromís en Les Corts. «Hemos de avanzar en esa unidad de acción de la izquierda lo haremos en una fórmula que para mi sería estar todos juntos en un mismo partido», explicó el diputado autonómico. La solución parece fácil pero el proceso puede ser complicado por la disparidad de ideas en la coalición aunque Marzá afirmó el jueves en una entrevista que «no hay una diferencia ideológica entre los miembros de los diferentes partidos», al contrario de lo que se escenifica muchas veces en el parlamento valenciano.

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