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BURGUERA
Lunes, 3 de mayo 2021, 00:28
El diablo está en los detalles, dicen los ingleses. Isabel Bonig finalmente se ha tropezado, y ha asumido, con que la dirección nacional de su partido no la quiere. Ahora hay que solucionar el cómo, la manera, porque no implica únicamente a la actual presidenta del PPCV. Mover una pieza jerárquica de tal magnitud genera un efecto dominó, especialmente si se trata de alguien como Bonig, rara avis, poco dada a disimulos, con el punto imprevisible de los líderes que funcionan por lealtades personales más que por estrategias a largo plazo, o ambiciones que les aporten ductilidad. Esa implicación emocional con su círculo más próximo supone una dificultad añadida a su adiós, que parece ya encarrilado excepto por diabólicos detalles. Porque Bonig no parece buscar acomodo para ella, que podría solucionarse con cierta facilidad. Reclama respeto a su equipo, especialmente en lo relativo al grupo parlamentario popular, que es la sala de máquinas que ha generado el grueso de la actividad opositora del PP desde que en 2015 fue desalojado del Palau de la Generalitat.
Fuentes del grupo y de la propia dirección actual del partido admiten que es muy complicado que Bonig continúe como portavoz. No está entre sus grandes deseos. La cuestión es quién la sustituye. La transición en ese puesto puede resultar complicada y enrarece el trabajo que actualmente realizan los parlamentarios. Aquel a quien las circunstancias otorgan protagonismo (a causa del orden del día de cada pleno en Les Corts, por ejemplo, o de la actualidad política) es mirado, observado con lupa. La lista de candidatos engorda cada día y para casi cualquiera de los diputados populares hay razones para situarlo en la quiniela.
La Junta Directiva del PPCV que convocará el congreso regional que renovará la dirección del partido está al caer, probablemente a lo largo de esta semana. Tras una semana de reflexión y otra de escaramuzas, todo apunta a que Isabel Bonig dará su brazo a torcer y comunicará esta misma semana que no optará a la reelección en un congreso que tendrá lugar antes del verano, decisión que puede haberse acelerado tras la reunión que este pasado viernes mantuvo con Teo García Egea, según adelantó ayer este diario. Génova quiere que sea Carlos Mazón, y no ella, quien tome las riendas de la dirección regional. La llegada del presidente de la Diputación de Alicante a la presidencia del partido modifica sensiblemente la estrategia del PP en términos electorales. Aunque queden, teóricamente, dos años para esos comicios, la decisión sobre quién será portavoz de los populares en Les Corts para sustituir a Bonig se tomará sin perder de vista ese horizonte. ¿Quién y cómo ayudará más a Mazón a ganar las elecciones ejerciendo de portavoz parlamentario? El síndic o síndica deberá trabajar en comunión con la futura dirección, cuyo presidente estará alejado de Les Corts. Ligar todo eso con el respeto a Bonig y su equipo son detalles con importancia.
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