Rebeca Torró: premio a la gestión y baza electoral

Llegó a la política autonómica de la mano de Jorge Rodríguez cuando éste se convierte en presidente de la Diputación de Valencia, y cuando estalla el caso Alquería elige las siglas del PSPV y se desvincula del que era, y es, alcalde de Ontinyent. Rodríguez era un aspirante a liderar el partido cuando se fuera Puig y después, como expulsado de la formación socialista a causa de Alquería, se ha convertido en un rival. Torró, en una dura disyuntiva personal, se decantó por su partido. En la segunda legislatura del tripartito se convierte en secretaria autonómica.

En Presidencia tenían subrayado su nombre desde hace tiempo. Primero para intentar plantar cara a Rodríguez en Ontinyent, localidad a la que Torró presta mucha atención. Y posteriormente cuando la pandemia obligó a buscar material sanitario en Asia. Torró tuvo una inspiración y dio en el clavo. Con urgencias y alguna que otra chapuza administrativa, su papel para lograr que un comerciante chino facilitase la llegada a la Comunitat de material sanitario le hizo ganar muchos puntos dentro del Consell. Esa era su renta política, junto a la fidelidad demostrada en la dicotomía PSPV/Rodríguez. Posteriormente, de nuevo, otra gestión trascendente. Participa en la negociación con Volkswagen para ofrecerles la Comunitat como sede de su gigafactoria, lo que ha sido definitivo para este ascenso a la cúpula del Consell. Torró, sobre todo, tendió puentes con el Gobierno central para la llegada del gigante alemán a las tierras de Sagunto.

Paradójicamente, Torró no perderá relación con la Conselleria Economía. La nueva consellera debe de apechugar, junto al departamento de Climent, con un asunto de enjundia como es todo lo relacionado con las licencias para la construcción, o no, del nuevo estadio del Valencia CF. En la que ha sido su conselleria (en manos de Compromís) no deja enemigos ni hay recuerdo de grandes broncas, como sí ocurrió con sus antecesoras socialistas, Mako Mira y Blanca Marín. Torró evita el conflicto abierto y negocia consciente de sus fortalezas, como política de cuna que es.