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burguera
Lunes, 3 de enero 2022, 13:43
Muchos novios y novias le están saliendo a la dirección de la Agencia de Protección de Datos (AEPD). En octubre se anunció que la elegida era Belén Cardona, la subsecretaria de la Conselleria de Justicia que dirige Gabriela Bravo. La decisión obedecía a la componenda ... entre PSOE y PP para renovar a cuatro miembros del Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo, doce consejeros del Tribunal de Cuentas y la dirección y la adjunta de la AEPD. Cardona relevaría en el cargo a Mar España a propuesta de los socialistas, que no contaban con que tendrían que salvar varios escollos. El primer obstáculo es que la designación de Cardona es un 'dedazo' de los clásicos. Sin embargo, la plaza de directora de la AEPD (el sueldo de Mar España es de 96.750,78 euros al año) debe salir a concurso público. Tal y como adelantó LAS PROVINCIAS, en el BOE del 18 de noviembre salió a concurso la plaza. El Gobierno nombró a un comité de selección que, obviamente, será observado con lupa y que, finalmente, ha admitido la candidatura de nueve personas a la presidencia de la Agencia. Una de ellas, Cardona. Fuentes de Presidencia de la Generalitat admitieron la maniobra y, a pesar de la convocatoria del concurso, a finales de noviembre dieron por hecho que la subsecretaria de Bravo saldrá elegida. No lo tienen tan claro en la Unión Europea. El Supervisor Europeo de Protección de Datos amenaza con que la UE investigue esa elección, según adelantó 'El País', si es Cardona la que logra la plaza.
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«Me sorprendió saber que se había decidido quién sustituiría a la actual dirección, porque según tengo entendido hay que seguir un procedimiento de selección riguroso», afirma el Supervisor Europeo de Protección de Datos, el polaco Wojciech Wiewiórowski, en una entrevista. El número dos de este alto cargo europeo es el español Leonardo Cervera-Navas, que se ha presentado al concurso público iniciado a pesar de anunciarse que el puesto es para Cardona. Es decir, que el dirigente de la institución europea no tiene intención de permitir que cristalice la maniobra para colocar a la subsecretaria de Bravo al frente de la AEPD.
La Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD) establece que el puesto que se pretendía asignar a la subsecretaria de Bravo no se puede dar así como así. Para dirigir la AEPD debe celebrarse un concurso público. De ahí que se iniciase el proceso, ahora tan vigilado.
Cardona, catedrática de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social de la Universitat de Valencia, entró en el Consell en 2018 como secretaria autonómica de Transparencia. Entre sus competencias, velar por el buen gobierno y, por ejemplo, velar por que los procesos de selección del personal fueran los correctos. En octubre de 2020, un año después de las autonómicas en las que el Botánico revalidó su mayoría, fue nombrada subsecretaria de la conselleria de Bravo. Sin embargo, según fuentes del Presidencia, Cardona buscaba un nuevo puesto.
Cuando socialistas y populares dieron a conocer su arreglo para saltarse la ley de Protección de Datos Personales (LOPDGDD) y situar a Cardona al frente de la AEPD, la actual subsecretaria recibió numerosas felicitaciones desde las redes sociales. Parecía que estaba todo hecho. Se congratularon por su nombramiento actuales altos cargos en la conselleria de Bravo, ex altos cargos del Consell, el síndic del PSPV en Les Corts, Manolo Mata, y hasta la consellera de Sanidad, la también socialista Ana Barceló. Se vendió la piel del oso, pero en Bruseñas van a estar atentos a que la cacería no esté amañada.
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