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F. M.
VALENCIA.
Martes, 17 de octubre 2017, 00:26
La reforma del sistema de financiación autonómica ha sido la clave de bóveda de las reivindicaciones del Gobierno del Botánico que lideran Ximo Puig y Mónica Oltra ante el Ejecutivo central. Una exigencia que se ha mantenido a lo largo del tiempo y que ha servido para justificar, en ocasiones, la falta de iniciativa política del Consell valenciano. Con la deriva secesionista en su punto álgido, la hoja de ruta trazada en la conferencia de presidentes del pasado 17 de enero, y que sostenía que el nuevo modelo quedaría aprobado a lo largo de este año. Con escasos 76 días por delante para que acabe el año, y con el independentismo catalán absorbiendo todo el debate político, las posibilidades de que ese calendario se cumpla parecen remotas. Entre otras razones, claro está, porque la plasmación del nuevo modelo debería realizarse en los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año, y sobre esas cuentas aún sobrevuela el riesgo de prórroga, ante la incertidumbre de la posición del PNV.
Pero ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, trasladó al presidente valenciano su disposición -así se relató desde la administración autonómica- para reactivar «de forma inmediata» la negociación del nuevo sistema de financiación. ¿De qué forma? El ministro explicó, siempre según la Generalitat, que convocará una reunión de la comisión técnica-política que debe de tomar la base del informe del comité de expertos, presentado antes de verano, y cerrar ya un acuerdo de carácter político entre el Gobierno y las CC AA del régimen común -todas menos País Vasco y Navarra-.
¿Convocar ya esa comisión significa que el modelo se aprobará antes de que acabe el año? Y en el caso de aprobarse, ¿está garantizado que los presupuestos de 2018 incorporen ya el nuevo reparto de fondos? Para esas preguntas no hay respuestas irrebatibles. Pese a ello, el Gobierno valenciano destacó ayer que la intención de Montoro sí que es la de retomar y reactivar el proceso de negociación del nuevo modelo. Y eso, con un sistema vigente que lleva prorrogándose desde el 1 de enero de 2014, ya es mucho.
¿Y la deuda histórica? El gran anuncio que Puig realizó tras reunirse con Mariano Rajoy en Moncloa el 7 de septiembre -la posibilidad de que el Ejecutivo central condonara una parte de la deuda de las CC AA- no tuvo, según se aclaró, hueco en la reunión de ayer. «Eso es lo que se tendrá que negociar también en la reunión técnica-política que el ministro quiere convocar», se detalló.
Al término de la reunión, Puig dijo ver «disposición y buena voluntad» en Montoro para que este año se apruebe el nuevo modelo de financiación autonómica y se incorpore a los presupuestos de 2018. El presidente valenciano recordó que la negociación, previa a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) tiene que preservar dos grandes objetivos: la singularidad entre territorios y la igualdad entre ciudadanos. En estos momentos, dijo, hay una «asimetría profunda y falta de equidad».
«Queremos que la Comunidad Valenciana tenga aquello que le corresponde. Ni más ni menos», señaló el presidente valenciano. «Es absolutamente necesaria» y puede «ayudar a resolver el problema territorial de España», porque «todo no puede ser Cataluña», zanjó.
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