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El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la vicepresidenta, Mónica Oltra EFE

Puig y Oltra aumentan en una veintena los altos funcionarios de sus áreas

El crecimiento de la estructura del Botánico dispara las plazas de subdirector y jefe de servicio, los de mayor rango y salario funcionarial

M. Hortelano

Valencia

Sábado, 3 de abril 2021, 00:37

El Diario Oficial de la Generalitat (DOGV) sigue publicando con cuentagotas las órdenes de desarrollo de los reglamentos orgánicos y de funcionamiento de las doce consellerias en que se divide la Generalitat. Por el momento, sólo la mitad han desplegado ya el organigrama funcionarial, pero entre los seis departamentos que ya han delimitado los puestos de subdirecciones y jefaturas de servicios necesarios para gestionar, han disparado la cifra en 75. Una cantidad que aún crecerá más, con la otra mitad de áreas con sus reglamentos aún sin desarrollar.

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La última en hacer público su organigrama funcionarial ha sido la Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, dirigida por Mónica Oltra. Su departamento pasará a necesitar cubrir 70 puestos del más alto nivel funcionarial, con las subdirecciones y jefaturas de servicio que ha plasmado en su orden, conocida el jueves. El área que también gestiona el secretariado del Consell y la portavocía, tendrá diez nuevos servicios, creados de manera acompasada con el incremento de áreas que vivió con la conformación de la segunda edición del Botánico. El número de altos cargos políticos pasó de catorce a 19, y los servicios de 60 a 70.

Presidencia de la Generalitat, departamento de Ximo Puig, también ha aumentado sus puestos de alto funcionario, aunque sólo publicó una orden parcial de desarrollo del reglamento, por lo que se sobrentiende que los servicios adscritos a las direcciones generales que ya existían, se mantienen igual en número. Sin embargo, cuatro de las seis nuevas áreas que creó el Palau supondrán nueve puestos más. Así, Presidencia pasa de 50 a 59 puestos en el organigrama funcionarial.

Las cifras dejan entrever, además, las direcciones generales que se crearon para poder aumentar el número de cargos del Gobierno y dar así acomodo a más personas. Y es que en los departamentos de Puig y Oltra hay media docena de áreas que apenas tienen gestión, por lo que de ellas depende uno o ningún servicio. Por ejemplo, en vicepresidencia, la dirección general de Coordinación no tiene ningún servicio a su cargo. O, las de nueva creación, en Presidencia, como Coordinación del Diálogo Social, Relaciones Institucionales o Lucha contra la despoblación, que cuentan cada una con una sola jefatura de servicio. Síntoma de la escasa carga administrativa de estas áreas. Por contra, otras, como la de Coordinación de la Acción del Gobierno, creada en esta legislatura, y desde la que se gestionarán los fondos europeos, nace con tres subdirecciones y tres jefaturas de servicio.

Otra de las áreas que también han hecho pública su orden de desarrollo es Política Territorial. El área dirigida por Arcadi España contará con 45 puestos de alto funcionario entre subdirecciones y jefaturas de servicio. Dos más que las que tenía el departamento en la anterior legislatura (restando las competencias de Vivienda, que ahora han pasado a una conselleria distinta). De hecho, la Vicepresidencia segunda y Conselleria de Vivienda, de nueva creación, nació de una escisión de una dirección general de Vivienda, que contaba con siete puestos entre subdirector y jefaturas de servicio. El área que gestiona Rubén Martínez Dalmau tiene habilitadas ahora 25 plazas de funcionario de más alto rango. Las mismas que la otra conselleria de nueva creación, la de Innovación, que nació de una escisión del área de Universidades y pasó de los puestos de dirección funcionarial a 25, con la nueva estructura. Un crecimiento comparable al que asumió Justicia con las nuevas competencias de Interior. El departamento de Gabriela Bravo pasó de 36 puestos de subdirecciones y direcciones generales a 52. Es decir, 16 más.

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El problema es que los funcionarios y funcionarias que pueden ocupar esos puestos están muy cotizados en la Función Pública. En concreto, los subdirectores y jefes de servicio sólo pueden salir de los empleados públicos con licenciatura o grado. Los A1 o A2, de los que hay alrededor de 4.500 en la Administración. Los interinos, por ejemplo, no pueden aspirar a esas plazas que los altos cargos eligen directamente por libre designación.

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