J. Signes

Puig y Oltra pactan una cita que escenifique el final del mayor cisma en el Botánico

La vicepresidenta anuncia un encuentro «bilateral» que desde Presidencia califican como entrevista informal que rebaje la tensión en el Consell

Burguera .

Valencia

Viernes, 27 de noviembre 2020

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El mayor cisma en el Botánico ha durado un mes. El tiempo que va desde que la vicepresidenta Mónica Oltra inició una escalada de tensión política hasta que el presidente Ximo Puig ha decidido ponerle fin. El jefe del Consell accedió ayer a algo que anteayer no contemplaba. Cuando el jueves fue preguntado si atendería la petición de una entrevista de su número dos, el dirigente socialista replicó: «Nos vemos mañana en el pleno del Consell». La existencia semanal de un espacio, el encuentro plenario de los máximos dirigentes del Gobierno valenciano, ha sido utilizado recurrentemente por los socialistas y el podemista Rubén Martínez Dalmau, vicepresidente segundo, para negar la necesidad de que se celebrase esa reunión que, finalmente, tendrá lugar. Así lo anunció ayer Oltra tras el pleno del Consell. Y de esta manera se intentará poner fin a un tira y afloja que ha supuesto el mayor cisma entres los socios del Ejecutivo desde que llegasen a la Generalitat en 2015.

El novelista de ciencia ficción Philip K. Dick escribió que «la realidad es aquello que, incluso aunque dejes de creer en ello, sigue existiendo y no desaparece». Está ahí. Y aunque el Consell ha intentado negar la existencia de un problema de comunicación, el peso de las cosas se impone.

La vida de los valencianos transita entre mascarillas, distancias de seguridad y cifras de muertos y contagiados. Ayer por la mañana, las calles del centro de Valencia estaban vacías. Caían chuzos de punta. Sobre el Palau de la Generalitat jarreaba. Y mientras continúa la pandemia y diluviaba, en el interior de la sede de la Presidencia de la Generalitat se produjo el acercamiento entre el presidente y la vicepresidenta. Llega después de la bronca con Hacienda por los presupuestos («falseados», según Vicepresidencia), de discrepar abiertamente de las restricciones sanitarias promovidas por Puig y su consellera de Sanidad, Ana Barceló («insuficientes» y tomadas unilateralmente, según Oltra), después de que ella le enmendase la plana a Presidencia en las redes sociales, de conocerse la premisa que la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, mencionó al ser interrogada por el asunto («aporta o aparta»), o de la negación del problema por parte del vicepresidente segundo, el podemista Rubén Martínez Dalmau («cada uno coge la palabra cuando quiere y comenta los temas que quiere de manera abierta»). Después de todo esto y de todo aquello que no se ha hecho público, la realidad sigue existiendo. No desaparece. De tal modo que Puig y Oltra han quedado para verse la semana próxima. Desde Vicepresidencia se da significación al encuentro. Desde Presidencia se intenta quitarle trascendencia. Lo que va de considerarlo un encuentro «bilateral», para Oltra, a una cita informal, para Presidencia. Fuentes conocedoras de la entrevista señalan que la intención es «evitar que sea un circo». Por todo ello, la reunión no se quiere anunciar previamente, sino que se informará de ella una vez se haya producido.

«Hay una situación de normalidad institucional. Espero que la semana que viene pueda haber un encuentro bilateral con el presidente de la Generalitat», comentó Oltra inicialmente ayer viernes, tras lo que aclaró que no se trata de un deseo, es «una esperanza que está fundamentada», después de lo que ha podido hablar con Puig. Desde Presidencia confirmaron esa conversación para emplazarse a una cita que llega más de tres semanas después de que lo solicitase la vicepresidenta, espacio de tiempo durante el cual el jefe del Consell siempre ha explicado que él está centrado en gestionar la pandemia.

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Preguntada sobre si está cómoda como portavoz del Consell y si se había planteado dejarlo, la número dos del Gobierno valenciano apuntó que está «igual de cómoda ejerciendo las funciones de un Consell plural, como se puede sentir el presidente en el conjunto de un gobierno plural o cualquier conseller de un gobierno plural».

«Yo soy portavoz de todo el Consell, el presidente es presidente de todo el Consell y nos encontramos cómodos en la misma medida», aseguró Oltra, un modo de equiparar la posible 'incomodidad' de ambos durante un mes de palmaria incomunicación.

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«Diferencia no es división, no es rotura. Es tener diferentes miradas al servicio de un proyecto común, y eso es lo importante, el proyecto común, y es lo que nos hace sentir cómodos tanto en nuestras coincidencias como en nuestras diferencias y cada uno desde su responsabilidad colectiva de representar al conjunto del Consell en sus funciones», zanjó la vicepresidenta.

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