![La resaca de 153 días de Podemos en Valencia](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/10/28/PodemosTorrent-RjzvWixHeVN4UUXDtAE7amL-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Burguera
Sábado, 28 de octubre 2023, 14:01
En España un abstemio es mirado con la misma extrañeza que un vegetariano. O más. Así pues, se bebe. Para celebrar, para olvidar y para cualquier cosa. La resaca es algo conocido por todos. Generalmente dura un día. A veces, las peores, dos. Pero las ... peores de las peores pueden durar 153, que es el tiempo que Podemos ha necesitado para comenzar a intentar digerir una deblace electoral, la del 28 de mayo, que les dejó fuera de prácticamente todo el espacio político representativo. Ni Corts, ni Consell, ni diputaciones. Ayuntamientos contados. Líderes finiquitados. Y con esos mimbres pretenden «reconstruir» el partido. Reconstruir es una palabra utilizada reiteradamente esta mañana en Torrent. De aspirar a asaltar el cielo a reunirse en un semisótano del ayuntamiento torrentino, sin cartelería. Unas 150 personas como máximo en un recito con aforo para 230. Así está el asunto.
«Los miembros del Equipo Técnico valenciano, en su primera reunión tras las vacaciones, han decidido convocar un encuentro orgánico de carácter autonómico en el que toda la militancia del País Valencià pueda reunirse, debatir y reflexionar sobre el momento político de la Comunitat y de su organización». Ese era el comunicado emitido el pasado 1 de septiembre desde la organización podemista, que tras las elecciones del 28-M vio cómo su líder orgánica en la Comunitat, Pilar Lima, dimitía. Y su candidato a la Generalitat, Héctor Illueca, se volvía a la Inspección de la Seguridad Social.
Sobre el escenario del salón de actos del Ayuntamiento de Torrent, una mesa con dos banderas de Podemos haciendo de mantel para que se sentasen tres personas. Entre ellos, Rafa Mayoral y María Teresa Pérez. Llegados de Madrid. En la Estación Joaquín Sorolla, hora y media antes, a las 10 horas, estaban convocados los medios de comunicación. La secretaria de Acción Institucional del partido, María Teresa Pérez, quería anunciar que las ministras de Podemos Ione Belarra (Derechos Sociales) e Irene Montero (Igualdad) no asistirán a la jura de la Constitución de la Princesa Leonor en el Congreso.
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«De esta forma, las ministras de Podemos se desmarcan de la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, y del titular de Universidades, Joan Subirats (comunes), que sí acudirán a la jura constitucional de Leonor», señala un teletipo de Europa Press. Pero no fue el único momento en que los podemistas en la Comunitat se han desmarcado este sábado de «Yolanda», así llamada, como en la canción de Pablo Milanés, la vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz. En Torrent, los aplausos espontáneos en mitad de los discursos de los militantes que intervinieron en el acto resonaron principalmente cuando señalaban su deseo de no «trabajar para Yolanda».
No eran muchos, ciertamente, y eran mayores la inmensa mayoría. «Hay que rejuvenecerse, porque algo no funciona si no llegamos a la gente joven. Aquí veo mucho pelo blanco», admitió uno de los militantes al que se le dio el micrófono. El que fuera jefe de gabinete de Pablo Echenique en el Congreso, Pau Vivas, era el encargado de dar el micrófono, pedir a los militantes que cortasen (les hacía un gesto de tijera con los dedos) y apuntaba en las grandes hojas apoyadas sobre un caballete las «ideas fuerza». La primera: «Hacer ruido».
El acto había sido anunciado como «Trobada Militant Podem». Entrada con inscripción previa. Sin embargo, a las 11.35, al bajar las escaleras para acceder al salón de actos, la mesa de la inscripción estaba vacía. Nadie inscribía a nadie ya. Desde fuera se oía la voz de los intervinientes. Vivas explicó que el objetivo del acto era «buscar un horizonte hacia el que mirar». Para ello, hace falta una «reconstrucción» en torno a ideas como el feminismo, incidir en todo lo relacionado con la vivienda y trabajar para «volver a Les Corts». Así pues, los dirigentes pedían a los allí presentes, unas «ideas fuerza», primero entre los «grupos militantes» porque «luego ya se harán asambleas, pero hay que empezar a trabajar».
El primer interviniente señala la necesidad de «hacer ruido». Vivas apunta. Luego apuntó más cosas: feminismo, eficacia... No lo apuntó, pero quedó dicho, oído y aplaudido cuando ya la tercera participante, una exconcejala de Xirivella habló de «rearmarse», de utilizar un vocabulario entendible («nosotros hablamos de 'organicidad', pero ¿eso qué es? La gente no lo entiende»), y acabó entrando en el meollo del asunto: «La militancia se nos está yendo porque no saben si vamos a sobrevivir por estar en una coalición. Yo no voy a trabajar para Yolanda». Aplauso. Mayoral y Pérez se miran entre ellos y ella levanta las cejas. El gesto se repite posteriormente, cuando una militante del barrio del Algirós insiste: «Estaríamos mucho mejor fuera de Sumar». Aplausos otra vez. Miradas entre Mayoral y Pérez, que no aplauden pero no pueden evitar sonreír.
Lo de «la gente no lo entiende» no es compartido por todos. Una abogada laboralista pide hablar de «clase trabajadora, no de gente». Nadie quiere parecer demasiado disidente. No sea que le purguen. Uno de los intervinientes pide que «no se me diga errejonista o del PSOE», pero lamenta que «el movimiento funciona pero el partido, no», y que hay que llegar a los «barrios obreros» porque, coinciden dos personas, «les votan más a Vox que a nosotros». Gestos de preocupación. Rencor, porque no sólo hay recelo frente a Sumar. También se habla sin mucho cariño del PSOE, de Compromís y, obvio, de los medios de comunicación «que los tenemos todos en contra». Todos, insisten. Zozobra. Hablar clarito se repite, pero ojo, advierte el que no quiere ser confundido con errejonista o socialista, «yo puedo pensar que tal empresario es un fascista, un hijo de puta, pero no lo podemos decir así. Tenemos que hacer pedagogía». El encuentro, ciertamente, es muy pedagógico. Estaba previsto que finalizase a las 16 horas. Vivas sigue apuntando ideas fuerza. Pérez y Mayoral también escriben. Ni rastro de aquella Fuente de San Luis a rebosar, a finales de diciembre de 2015. Ocho años después, alguno podría pensar que aquello fue un sueño del que Podemos se despertó el pasado 28 de mayo con una resaca que aún le dura.
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