Burguera
Miércoles, 26 de marzo 2025, 12:24
Hostilidad y encono. Político y personal. Esa es la situación entre el bloque de la izquierda y la derecha en Les Corts, donde este miércoles ... se ha celebrado un pleno que incluía dos puntos candentes. En el primero, para sustituir a Gabriela Bravo, socialista que dimitió como vicepresidenta segunda de la Mesa de Les Corts, se ha votado y el resultado ha sido una novedad. Por primera vez, el PSPV se queda fuera del órgano decisorio del parlamento valenciano, que pasa a quedar bajo el control total del PP, que ha evidenciado que ahora mismo está en plena sintonía con Vox, con el que tramita un presupuesto que Mazón ha empleado para contraponer esa situación frente a la ausencia de cuentas del Gobierno central.
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El PSPV piensa que tiene todo el derecho del mundo a que la sustituta sea María José Salvador. Sin embargo, no había acuerdo porque ni siquiera se había negociado. El PP reclamaba diálogo porque quiere desbloquear la renovación de los órganos estatutarios, que llevan años bloqueados. Pero no hay diálogo, así que los populares han registrado a su candidata, Magdalena González, y han contado con los votos suficientes, de modo que el PP cuenta con tres de los miembros de la Mesa de Les Corts tras la incorporación de Magdalena González, por uno de Compromís, además de la presidenta, Llanos Massó, de Vox.
Durante la sesión de control, la buena relación entre populares y voxistas se ha escenificado en varias situaciones. Ambos partidos han coincidido en arremeter contra el Gobierno de Sánchez por su escasa ayuda ante la dana. El síndic voxista, José María Llanos, ha preguntado a Mazón, pero no por su gestión, sino por la actitud de la izquierda. El presidente de la Generalitat ha reiterado su agradecimiento a la colaboración de Vox, mientras que ha insistido en que el Pacto Verde ha supuesto un lastre para el campo valenciano, una de las puntas de lanza de los voxistas.
Hasta Gan Pampols ha intervenido, en ese buen ambiente, para responder a los socialistas. Los voxistas no le han aplaudido, aunque alguno hizo amago de celebrar la intervención del vicepresidente segundo.
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Todo lo contrario a la relación entre el Consell y la oposición de izquierda. El debate ha sido duro con el PSPV, y ante las reclamaciones de dimisión (incluido un «a fer la má») contrapone la tramitación del prespuesto de la Generalitat frente a la ausencia de cuentas por parte del Gobierno de Sánchez. Con Compromís, el tono ha sido mucho más personal, con comentarios muy duros y descalificaciones ásperas, desde cobardía a instrumentalización de las víctimas. Desde cobarde e inútil a payaso, de todo se han dicho.
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