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ILUSTRACIÓN SR. GARCÍA
El caos se extiende en la izquierda valenciana

El caos se extiende en la izquierda valenciana

EU y Podemos se instalan en la marginalidad en tanto que Compromís se desangra entre bajas y pulsos internos mientras sus líderes históricos toman distancia

Burguera .

Valencia

Domingo, 29 de octubre 2023, 00:28

'Los restos del naufragio' es un cuarteto leonés. Además, es el nombre de la canción que escribió Bunbury para un álbum ('El viaje a ninguna parte') que se publicó en 2004 donde se enumeran las pequeñas cosas que se pueden disfrutar en mitad del desencanto. Los consuelos. Y, también, es lo que ha queda a la izquierda del PSPV, completamente desconsolada.

Si los socialistas transitan en plena digestión de la pérdida del poder en las administraciones de la Comunitat, los que fueron sus socios han sufrido definitivamente una hidrocución de campeonato. O sea, un corte de digestión. El contratiempo amenaza con acabar en una parada respiratoria grave, porque el síncope no va a menos, sino a más.

Unides Podem registró una debacle que provocó la expulsó de prácticamente todos los espacios valencianos de representación política. Lo que queda de EU y los morados sobreviven a duras penas bajo el paraguas de Sumar. Durante la mañana de ayer se celebró en Torrent un acto de reaparición de los podemistas en la Comunitat. Dijeron adiós la líder orgánica, Pilar Lima, el candidato autonómico, Héctor Illueca, y el pasado 1 de septiembre desde Podemos se anunció «un encuentro militante autonómico para iniciar el nuevo curso político». La de ayer quedó señalada como la «la fecha elegida para el encuentro militante en el que se debatirá sobre el papel de Podem en este nuevo ciclo político».

Un denominado 'Equipo Técnico Valenciano' está encargado de «mantener la estructura orgánica hasta la celebración de una asamblea ciudadana que elija una nueva dirección». Entre los integrantes de ese equipo está el que fuera secretario de Organización, Carles Fons, la que iba a ser cabeza electoral por Alicante el 28M, Maria Teresa Pérez (renunció a ir en listas), y Pau Vivas, el que fuera jefe de gabinete de Echenique en el Congreso. Es decir, los podemistas que se instalaron en la cúpula orgánica una vez Pablo Iglesias se hizo con el control y desbancó tanto a errejonistas como a un sector de jóvenes (Davó, Jiménez, Martínez…) que han acabado también fuera del partido. En el salón de actos del Ayuntamiento de Torrent, Pérez y de Rafa Mayoral fueron las grandes «estrellas» de una jornada de reflexión «para trabajar colectivamente en una hoja de ruta para este nuevo ciclo», un acto que, según señalaron en septiembre, «responde a una demanda de la militancia que sigue muy activa y con ganas de debatir y aportar». Habrá que ver cómo, cuándo y con quién. De momento, lo que se vio ayer es que eran menos de 200 militantes los que asumían que están en periodo de «reconstrucción». El PPfue igual, pero no más criticado que Yolanda Díaz durante las intervenciones de muchos militantes.

Y también habrá que verse cómo se desarrollan las cosas en Compromís. Las encuestas rivales (del PP)señalan el desplome de una coalición donde la balanza (hasta la salida de Oltra, equilibrada) se inclina claramente hacia el nacionalismo frente a los postulados ecosocialistas, y donde los ánimos están caldeados a todos los niveles y en todos los rincones.

Por ámbitos. En el grupo parlamentario de Les Corts, el principal cocedero político de la coalición (tras perder el 28-M los espacios de gestión que ocuparon durante ocho años sus principales activos políticos), el ambiente es de cada uno por su lado. Vicent Marzà (llamado por sus propios 'compañeros' en la coalición como 'el niño dios') muestra un inesperado perfil bajo. «Está esperando que Baldoví se vaya, pero no se va, y en pocos meses comenzará a ponerse nervioso», augura sobre el exconseller de Educación un exmiembro del Gobiernodel tripartito con carné de Compromís. Aitana Mas está de baja por maternidad, pero en las filas de su partido (y de la coalición)hay cierta decepción tras su paso por el Consell en sustitución de Oltra. Un alto cargo vinculado durante el Botánico a la Conselleria de Igualdad admite que Mas dispone de «mejores aptitudes que actitudes». Aún así, Mas se erige en un eficaz cartel electoral. Baldoví se enciende en su escaño en Les Corts sin que nadie le secunde demasiado en las sesiones de control. En su bancada lo contemplan como un líder de salida. «Ahora mismo Compromís es un cuatro por cuatro», analiza un destacado miembro de la coalición que ocupó asiento en el Consell a partir de 2015:«Son cuatro y les quedan cuatro años». La hegemonía de Més, el antiguo Bloc, se ha traducido en una depuración, o purga interna, en el grupo de Les Corts que se lleva por delante asesores y que relega a las bancadas más ocultas a los críticos con los postulados del alto mando nacionalista.

En el grupo municipal en el Ayuntamiento de Valencia, el principal foco local de influencia en Compromís, también hay cierto desacople. A Ribó lo señalan como un «manejado» por la mujer que se erige en 'autoritas y potestas', la exsíndica en Les Corts Papi Robles. Como con Baldoví, en el grupo municipal todos juegan sus bazas mientras esperan el adiós del exalcalde. En el Congreso de los diputados en Madrid trabajan codo a codo Àgueda Micó y Alberto Ibáñez, dos personas que encabezaban (Ibáñez aún lo hace) las dos principales formaciones que componen la coalición cuando Iniciativa, el partido de Oltra, decidió romper relaciones orgánicas con los nacionalistas de Més.

Por rincones o partido. Se podría pensar que son tres. Sobre el papel, es así. Els Verds, que apenas cuentan con espacio político porque en realidad nunca se les ha tomado demasiado en serio en la coalición. Iniciativa, el partido que fundó Oltra en 2007 junto a Pasqual Mollà, donde destacados militantes se dan de baja con cartas incendiarias contra la Ejecutiva. Y Més, el antiguo Bloc, con un tercio de la militancia confrontada con la dirección, que busca el modo de encauzar y controlar el enésimo congreso del partido que debería culminar una renovación siempre incompleta.

Y capítulo aparte merece todo lo relacionado con Oltra, que ya ha anunciado que ella se vuelve a la abogacía y que muchas gracias por tanto apoyo y cariño y hasta la próxima. El anuncio de Oltra de que está centrada en su actividad de abogada como mediadora provocó el pasado jueves una reacción de cientos de militantes en redes sociales, que sienten cómo Oltra va diciendo adiós a quienes, por otra parte, la despidieron en cuanto Puig lo pidió, o así al menos lo interpreta el entorno de la exvicepresidenta. Si se confirma la sensación de que Oltra se distancia definitivamente, a la espera de saber si es juzgada, de la coalición que abanderó, la sucesión puede ser aún más dramática y tensa internamente que hace año y medio, cuando la sensación era de que la opción de Baldoví era la más razonable.

En el partido que fundó Oltra las espadas se han desenfundado, y no solo contra los nacionalistas que les birlan los puestos (como Morera, senador en detrimento de Mulet), sino contra sí mismos. El exvicealcalde de Valencia, Sergi Campillo, se ha dado de baja echando pestes de la dirección de Iniciativa. La diputada Isaura Navarro le ha insinuado que se aseguró los 70.000 euros de concejal por entrar en listas por cuota de partido antes de darse de baja de ese mismo partido. Una decena de militantes también se van, hartos de ver que no hay forma de que Compromís se convierta en algo concreto y deje de ser una improvisada reunión de intereses electorales cada vez más magros entre partidos a la baja.

Més, el antiguo Bloc, los nacionalistas mayoritarios en Compromís se esfuerzan por acaparar todos los cargos posibles en la coalición, pero disimulando. No quieren volver a rondar el filo del 5% sin saber si estarían en Les Corts o no, como en los años 90. Pero sin la cobertura ideológica, electoral y política, principalmente de Oltra y, secundariamente, de Iniciativa, Més no es otra cosa que los hijos políticos de Pere Mayor, mal que les pese. Preparan un congreso para sustituir a Micó que huele a miedo, rencor y drama.

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