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La tasa turística se convertirá en una realidad pese a las reticencias del PSPV. El impuesto es una aspiración de Podemos desde, practicamente, ... el inicio del Botánico. Estaba solo en esa idea, aunque en el fondo Compromís la compartía, pero formalmente se evitó entrar en confrontación con los socialistas. Sin embargo, finalmente, el tripartito en Les Corts rubricó este martes un acuerdo por el cual se pondrá en marcha la maquinaria legislativa para que antes de acabar marzo se presente una proposición de ley de la tasa turística.
No será como inicialmente la imaginó Podemos, obligatoria y autonómica, sino más bien como la alternativa que plantean los socialistas, municipal y de carácter voluntario para cada ayuntamiento. Pero será. De este modo, los municipios de la Comunitat deberán decidir si gravan las estancias de los turistas. Los visitantes que paguen no se limita simplemente a los franceses, ingleses, alemanes... si el Ayuntamiento de Valencia, por ejemplo, decide implementar el impuesto, lo pagará todo hijo de vecino, sea de donde sea y venga de donde venga.
La implantación de la tasa turística tiene a los hoteleros en pie de guerra, especialmente a los ubicados en Benidorm. La patronal del sector consideran ese impuesto especialmente inoportuno. En mitad de una sexta ola y de un aluvión de cancelaciones de cenas y reservas hoteleras, con las comunidades autónomas compitiendo en restricciones, llega el Botánico y aprueba la posibilidad de que los ayuntamientos encarezcan las pernoctaciones a través de un nuevo impuesto. El lunes, durante un acto organizado por Hosbec, la patronal en la ciudad más turística de la Comunitat, el secretario autonómico del ramo, el socialista Francesc Colomer, afirmó que «al turismo hay que defenderlo de los cenizos y los tristes y también de la triste balada de la tasa, que es un tema recurrente que siempre vuelve». Y tanto que vuelve. Como que se queda y la balada sonará en todo su esplendor.
Tras sellar el acuerdo, Manolo Mata afirmó que la propuesta es una «vía valenciana» que «no tiene nada que ver» con los impuestos vigentes en Cataluña o Baleares, ya que la deja en manos de los ayuntamientos. El síndic socialista aseguró que es el modelo «más razonable» y que contará con un marco legal «muy sólido» que determinará qué ámbitos no estarán penalizados, entre los que apuntó al Imserso o a las estancias vinculadas a la salud. «No podemos fracasar, tenemos que convencer al máximo de ayuntamientos e instituciones», indicó Mata para insistir en que cada municipio tendrá «libertad» de aplicar la tasa o no y en que ya se determinará si será «de uno o dos euros». En 2023, si la situación sanitaria se normaliza, «muchos ayuntamientos la adopten», auguró.
La propuesta legislativa debe asumir el espíritu de la enmienda que habían presentado Podemos y Compromís, al margen del PSPV, que no sólo había anunciado su voto en contra sino que había instado a su retirada por parte de sus socios del Botánico antes de que hoy se celebre en Les Corts el pleno para aprobar los presupuestos. Esta condición, la de la renuncia a esa enmienda, era la premisa fundamental de los socialistas para negociar una ley. Que hubiera un pacto por escrito era la contraoferta que nacionalistas y podemistas realizaron al PSPV si quería que la enmienda no llegase a la sesión plenaria de la Cámara y se escenificase un voto dividido en el Botánico.
El Botánico garantiza que entre enero y febrero llevará a cabo un proceso de diálogo con el sector turístico (empresariado y trabajadores) y con los ayuntamientos, asociaciones de vecinos, expertos y representantes de administraciones del entorno que cuentan con tasa turística. A partir de ahí, su objetivo es presentar antes de que acabe marzo una proposición de ley creadora del «impuesto valenciano de estancias turísticas», un impuesto voluntario y municipal para que los ayuntamientos que lo decidan puedan obtener rendimiento económico del turismo.
El presidente autonómico del PP, Carlos Mazón, criticó ayer ese acuerdo por ser «de la tasa turística es un ataque directo al modelo productivo de la Comunitat». Mazón afirmó que «esto demuestra que la agenda para la recuperación económica en la Comunitat la están marcando los comunistas y los nacionalistas pro-catalanistas de Compromís y de Podemos». El dirigente popular lamentó «el seguidismo que a estas propuestas está haciendo el presidente Puig. No ha sido capaz de plantarse y de decir que no y finalmente, por partidismo, ha sucumbido. No ha tenido en cuenta la situación del sector».
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