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Alguna de las personas que presenciaron la última actuación.

El tenor de la calle Císcar se despide de su público

Joel Williams se muda tras dos meses cantando con el objetivo de animar a sus vecinos en los tiempos del Covid-19

A. G. R.

Martes, 19 de mayo 2020, 00:53

El lunes se apagó sin Joel Williams. Lo que empezó siendo una delicatessen para los vecinos del Ensanche terminó el pasado domingo con una multitud congregada frente al 63 de Císcar, el edificio que se convirtió durante dos meses en su escenario particular. En su despedida se creció. Tres piezas por el precio de una. Terminó con una de las habituales en estos días de sonrisas tras mascarillas: La Donna e Mobile.

El tenor, miembro del centro de perfeccionamiento del Palau de les Arts, concluyó el domingo sesenta días de actuaciones. Cada día, a eso de las ocho, tras el aplauso a los sanitarios, salía al balcón y regalaba lo que habitualmente otros pagan por ver. Mientras desde otros balcones suena reggeatón, en este aparecía un artista. «Mira, me asombra que alguien todos los días haga esto por gente que no conoce absolutamente de nada. Y a lo mejor, algún día, él no estaba en su mejor momento. Pero continuó», reflexiona una de las vecinas que se ha perdido pocas actuaciones.

Williams ya lo explicó hace dos meses en Las Provincias: «Son tiempos difíciles y la comunidad y la música son muy importantes. Es una poderosa fuerza para unirnos e inspirarnos». Su acción, desinteresada, ha tenido eco en À Punt, La Sexta y en ITN, un canal inglés. El joven es de Londres y estaba en Valencia para 'Nozze di Figaro', donde representaba a don Basilio. Pero el Covid-19 terminó con todo.

Hoy ya nadie espera a Joel Williams. El tenor se ha mudado a otro barrio, más céntrico, quién sabe si se lleva también sus canciones. Se despide tan elegante que no puede ocultar que es inglés. «Fue un placer».

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