El presidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar. IRENE MARSILLA

Toni Gaspar, sobre el caos en Imelsa: «Me asignaron hasta cuatro asesores sin yo saberlo y ya no era consejero»

Un director financieron de la empresa declara ante el juez que la Diputación inyectaba el doble del presupuesto que necesitaban: «Sobraba el dinero, era peligroso»

Burguera .

Valencia

Viernes, 17 de febrero 2023, 13:30

En Imelsa se vivía la vida loca, paseaban por el lado salvaje de la vida con el doble del presupuesto que necesitaban, y así pasó lo que pasó, por lo que se está contando en el juicio sobre Imelsa. Había dinero de sobra, sin ... control, y asesores que aparecían debajo de las piedras asignados a quien ni siquier los conocía.

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Ante la que era entonces la plana mayor de la Diputación de Valencia e Imelsa (Rus, Llopis y Benavent), los responsables de recursos humanos, servicios financieros y jurídicos de la empresa provincial describieron un panorama de libertinaje económico despampanante. De tal modo que los servicios centrales de Imelsa contaban con un presupuesto anual de 4,8 millones a pesar de que solo precisaba la mitad. Y ese nadar en la abundancia ocurría de manera peculiar. Así lo ha explicado Jose Luis Castellote, director financiero de Imelsa a partir de octubre de 2013, cuando se intentó poner cierto orden en la firma.

Orden relativo, porque el actual presidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar, ha asegurado que «alguien» (dijo no saber quién ni cómo) le asignó inicialmente un asesor a finales de 2011. «Posteriormente, durante el proceso de disolución que he tenido que acometer, me he enterado de que tuve asignados ya en 2014 hasta cuatro asesores, sin saberlo y sin conocerlos», ha explicado Gaspar durante su declaración como testigo en la sesión del juicio por las piezas B y F de Imelsa, relativas a los presuntos 'zombies' en Imelsa y Ciegsa.

Se da la circunstancia de que alguno de los asesores que se asignó a Gaspar formaba parte del sector que en el PSPV iban en contra del actual presidente de la corporación. De hecho, Gaspar ha recordado que él fue nombrado portavoz socialista en la oposición cuando Alfonso Rus dirigía la institución provincial, a mediados de 2011, y que al año siguiente fue cesado como portavoz, cuando en el partido cambió el liderazgo y Ximo Puig se impuso a Jorge Alarte.

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La paradoja de la situación es que, ya sin ser consejero de Imelsa (un nombramiento que estaba asociado a ser portavoz de uno de los partiso con representación en la Diputación), se le asignaron varios asesores más sin él saberlo. «De todo eso me enteré cuando posteriormente disolvimos Divalterra, que fue la heredera de Imelsa», ha explicado Toni Gaspar tanto en el juicio como posteriormente en declaraciones a las puertas de la Ciudad de la Justicia.

El actual presidente de la Diputación de Valencia ha explicado ante el juez que las razones del «agujero», del caos que se vivió en esa empresa pública es, precisamente, que se operaba como si fuera una empresa privada. Es decir, sin controles ni dación de cuentas a nadie.

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El agujero

«Imelsa era un brazo de Diputación y no se hacía distingos, pero sin fiscalización ni controles previos o posteriores. La lucha era definir a qué procedimientos juridicos debía someterse, si a los de una empresa pública o privada, y es por eso que se creó el agujero», ha declarado Gaspar ante el juez, que en algún momento de la sesión ha mostrado su estupefacción.

La sorpresa del tribunal ha sido mayúscula cuando, Jose Luis Castellote, que fue director financiero en Imelsa a partir de octubre de 2013, ha relatado el modo en que se disparaba con pólvora de rey dinero público en un tiempo, plena crisis financiera mundial provocada por las hipotecas basura, que los recortes y la austeridad era la moneda común en todas las Administraciones. Excepto en Imelsa, por lo que ha relatado Castellote.

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Rus: «Eso es mentira, mentira»

El director financiero ha explicado que «allí sobraba el dinero». Lo que no sobraban eran sistemas de control del gasto. «Te daban lo mismo que el año anterior, para el presupuesto, y tenías un colchón de dinero que no necesitabas para nada y que no habías pedido», ha explicado Castellote: «Pedía dos millones y nos daban cuatro millones».

Posteriormente, el que fuera presidente de la Diputación en aquel momento, Alfonso Rus, en declaraciones a los medios, lo ha negado categóricamente: «Eso es mentira, mentira».

«Situación sumamente peligrosa»

El juez, ante esa generosidad de la Diputación, le ha comentado a Castellote que esa era «una situación extraordinaria», ante lo que el director financiero ha añadido: «Y sumamente peligrosa».

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«Llega el dinero para tres asuntos, por servicios centrales (alquiler, personal administrativo), por brigadas forestales y para el patronato de turismo. La idea es que para servicios centrales me diera lo justo, pero nos daban el doble porque el dinero para cada cosa provenía de un área de la Diputación distinta, así que teníamos allí un cajón de sastre para gastarse en no se sabe qué», ha indicado Castellote, quien ha explicado que no había control ni acotación presupuestaria del dinero que se gastaba en contratar a los asesores, sin desglose detallado de los conceptos del gasto. En definitiva, una barra libre que pagábamos entre todos.

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