Transparencia gasta 219.000 euros en que Tragsa le organice una feria de Cooperación

En concreto, el encargo a la filial tecnológica de Tragsa (Tragsatec) se cerró por un importe de 219.162 euros, con cargo a la dirección general de Cooperación, de quien dependen estas políticas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La encomienda la firmó la propia consellera de Transparencia el pasado 1 de septiembre, apenas dos meses antes del evento, que se ha celebrado este pasado fin de semana. En el desglose de gastos hay hasta 21 partidas distintas, de las que se ha encargado Tragsatec, aunque son de muy diversa índole. Así, hay desde la mera contratación del seguro de responsabilidad civil, a las instalaciones eléctricas, plan de seguridad, decoración o suministros de baños portátiles. Pero también iluminación, sonido,, limpieza, merchandising, montaje y desmontaje, toda la parte audiovisual y hasta el montaje de los talleres y de las exposiciones de la feria. De todos los conceptos, sólo uno supera el importe del contrato menor, en caso de que se hubiera adjudicado a distintas empresas: el montaje del escenario. Pero, Transparencia tampoco optó por sacar adelante el evento con menores a distintas empresas, ni por la licitación del conjunto. Dice la Conselleria que no dispone de medios materiales ni técnicos para acometer tareas, ni tampoco de personal especializado en la materia, habida cuenta del carácter pluridisciplinar de la prestación. Así que en una única encomienda evitó el problema de tener que contratar la feria a terceros y prefirió hacerlo vía Tragsa. Argumenta Transparencia en la justificación de pago que la vía de la contratación era "inviable" para canalizar con tanta rapidez y eficiencia una colaboración técnica de esa magnitud en un espacio público para la que el proyecto técnico debía estar presentado un mes antes.

Pero, ¿por qué la Generalitat puede acudir a Tragsa para que le haga encargos como medio propio a pesar de ser una empresa pública del Gobierno central? Pues básicamente porque la Generalitat adquirió una acción en el consejo de administración de la mercantil en la primera legislatura del Botánico y, desde entonces, forma parte del consejo de administración, por lo que puede considerarla medio propio y hacerle encomiendas de gestión con mayor rapidez que las licitaciones a empresas privadas.