BURGUERA
Miércoles, 2 de noviembre 2022, 14:56
El tripartito en Les Corts defiende que el centenar largo de altos cargos del Consell se suban el sueldo para el año próximo un 4% en consonancia con los funcionarios. Esos mismos grupos parlamentarios del PSPV, Compromís y Podemos paralizaron la semana ... pasada una mejora salarial de los diputados de la Cámara en un similar porcentaje. La mayoría de escaños que con toda probabilidad sacará adelante el presupuesto de la Generalitat que incluye ese incremento en los sueldos (entre 2.400 euros aproximadamente para los directores generales y hasta 3.000 euros en el caso del presidente de la Generalitat, Ximo Puig) no salió a la luz la semana pasada cuando en el parlamento se debatió el alza de las retribuciones a los diputados.
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En el primer caso, la subida beneficia a presidente, vicepresidentes, consellers, subsecretarios, secretarios autonómicos y directores generales. En total, 138, además de los 116 asesores y el casi centenar de directivos del sector público. En el segundo, por lo que respecta a los 99 diputados, renunciaron a la subida tras una acalorada discusión en una comisión de gobierno interior que acabó con una ruptura de negociaciones en otros asuntos como son las indemnizaciones que los grupos parlamentarios pretenden que Les Corts pague a los diputados que acaben la legislatura y no continúen en el escaño. Partidos como Cs y PSPV dan por zanjado ese debate.
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Sin embargo, desde Podemos y Compromís pretenden que se continúe negociando mientras que el PP evita pronunciarse apelando a un secreto y a una «discreción» que los diputados admiten como una opacidad que debería rectificarse pero que no se modifica por mucho que se critica. Las contradicciones son evidentes. Los diputados no tienen derecho a paro y los propios diputados se están reuniendo en secreto para modificar sus condiciones salariales, además de para intentar que Les Corts pague las indemnizaciones por despido a los trabajadores de sus grupos.
Las tres portavoces de la oposición han criticado la subida de sueldos. Las del Botánico han defendido que es necesaria en la situación actual de inflación. La situación lanza un mensaje difícilmente explicable. Todas las portavoces han presumido de que la congelación de los salarios de los diputados es un ejemplo de contención. Sin embargo, esa medida ejemplar es innecesaria si afecta a los altos cargos del Consell. La opacidad de todos y el deseo de la izquierda de no beneficiar a la oposición (que rechaza la subida) con una medida que sí apoyan para sus compañeros en el Consell se sitúan como trasfondo de la contradicción.
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El asunto de los sueldos es un arma arrojadiza que viene y va. Lo que vale para los tuyos no vale para los rivales. El tripartito defiende la subida; sin embargo, el diputado del PSPV, José Muñoz, critica lo que cobra el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, a la sazón líder del PP en la Comunitat. Mazón matizó a Muñoz al señalarle como «entre los mejores pagados de España con casi 90.000 euros con complementos; más que el presidente de la Generalitat».
«Cobramos lo que marca la ley», recalcó Mazón, quien recordó que los presidentes de las diputaciones tienen marcado un tope a nivel nacional «desde hace tiempo» y que por cuarto año consecutivo en la corporación provincial alicantina no se va aplicar la subida de sueldo que sí perciben los funcionarios; «justo lo contrario que Ximo Puig».
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Desde el PSPV, su síndica, Ana Barceló, cargó contra la oposición por «demostrar que están en campaña» con estas críticas. «No hay ninguna demagogia en los presupuestos», subrayó, e instó a «la derecha» a rechazar en comunidades como Andalucía o Galicia donde gobiernan esta subida de sueldos ya prevista en los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Barceló aseguró que «el poder legislativo (Les Corts) toma sus decisiones y todos, por unanimidad, contemplamos la no subida. Como representantes de la ciudadanía consideramos que no deberíamos subirlo. Eso es independiente al del Consell».
Lo cierto es que esa unanimidad del voto no lo era en cuanto a las posiciones de cada partido. La portavoz socialista se escudó en el secreto de la comisión de gobierno interior de Les Corts para no dar más explicaciones. El exconseller de Educación, Vicent Marzà, de Compromís, dio a entender que ellos sí querían subir el sueldo a los diputados, sin querer tampoco aclarar por qué no se hizo. Marzà reconoció que su resistencia a divulgar lo que ocurre, al igual que la del resto de miembros de Les Corts que participan en esa comisión secreta es contradictorio con la transparencia. La contradicción existe, se reconoce, pero no se cambia.
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