![«Vamos a auditar los centros de menores»](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/09/16/1471328904-RgGJJ5T3PraqsATgC97yOMJ-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
![«Vamos a auditar los centros de menores»](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/09/16/1471328904-RgGJJ5T3PraqsATgC97yOMJ-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Susana Camarero es la lugarteniente de Mazón. Ejerce de contrapeso de Vox en el Consell y, además, es una de las piezas con mayor experiencia en la gestión. Tiene un reto: liderar las políticas sociales, supuesto patrimonio del Botánico.
–¿Qué se ha encontrado en ... la Conselleria?
–Una mala gestión, muchas facturas en los cajones, expedientes sin terminar y numerosos compromisos sin ejecutar. Estamos haciendo un diagnóstico para establecer prioridades y corregir estos desajustes. Pretendemos una mejor gestión, y quitar ideología y politización. En esta conselleria ha habido una confrontación entre las dos patas del anterior Gobierno y eso ha perjudicado la gestión.
–¿De qué forma?
–Mire, un ejemplo claro. En mayo, Aitana Mas pidió una ampliación del crédito para la Dependencia y para la Renta Valenciana de Inclusión. No lo resolvieron. Era plena campaña electoral. Hemos llegado nosotros y, en un par de semanas, hemos logrado una solución. Hemos conseguido 39 millones para la dependencia, que afecta a 11.451 personas que habían sido reconocidas, pero no cobraban. Y respecto a la Renta, logramos otros 36 millones que impactan en 22.000 personas (las ayudas van a familias).
–¿Facturas en los cajones?
–Sí, enriquecimientos injustos (abonar un servicio cuando el contrato ya ha vencido) en centros de 24 horas, mayores, menores, violencia de género... Hay algunos que llevan cinco o seis años en esta situación.
–¿Cómo es la relación del PP con sus socios?
–Somos un Gobierno compacto y coordinado. No hay fricciones en el día a día.
–Pero esa cohesión desaparece tras un caso de violencia de género, cuando Vox se sale de la pancarta.
–Tras el asesinato de Raquel, de Alzira, el Gobierno en conjunto condenó ese asesinato. Hace unos días hubo un acuerdo en Les Corts para fijar un protocolo de condena. Y ahí el PSPV ha demostrado que da la espalda a las víctimas. El mismo día que uno de los miembros de La Manada ve reducida su condena, la vicepresidenta de Les Corts Gabriela Bravo no aprueba este plan.
–En el protocolo se habla de violencia contra la mujer, pero no de violencia de género.
–Cuando el Ministerio reconoce que hay una víctima de violencia de género se pone en marcha este procedimiento. La pancarta válida es la de la delegada del Gobierno, que habla de violencia sobre la mujer. Por eso pusimos lo mismo. No queremos tres mensajes diferentes. El PSPV utiliza el dolor de las víctimas cuando se habla de violencia de género. Si Puig no pide explicaciones por la ley del Solo sí es sí es porque puede que esté esperando un ministerio.
–¿El PP se siente más cómodo con el término violencia sobre la mujer que de género?
–Yo puedo utilizar violencia de género o machista. Me siento cómoda con la defensa de las mujeres que sufren esto, una violencia diferente y que tiene su origen en el machismo.
–Pero esto es lo que niega Vox.
–Yo soy Susana Camarero y tengo una trayectoria que avala lo que yo creo y por lo que trabajo.
–La gestión de los menores ha sido uno de los caballos de batalla del Consell.
–Ha sido un desastre. Existen centros en condiciones muy mejorables por no decir términos mas gruesos. He visitado dependencias donde, por ejemplo, no habían estado mis predecesoras. En algunos se me ha puesto la piel de gallina. Debemos mejorar las instalaciones y el número de plazas. Al Síndic de Greuges le trasladé que teníamos que trabajar de la mano. Vamos a empezar a hacer unas auditorías de gestión, sobre todo, en los centros en los que la institución nos señala con mayores problemas. No podemos ponernos la venda cuando nos dicen que un centro funciona mal. Aquí ha faltado sentido común.
–¿También plantea construir más instalaciones?
–En este aspecto se ha producido una gran falacia. Existe un plan que ni está presupuestado ni hablado con los propios municipios. Se hizo deprisa y corriendo. Hay un gran desconcierto.
–¿Esto lo atribuye a Oltra?
–No pongo apellidos, ni los de Oltra ni los de su sucesora. Es la forma de gestionar de Compromís y del Botánico. Esto ha sido ordeno y mando. En la política social no se puede funcionar así.
–Puede sorprender que sea el PP el que presuma de esa política de diálogo.
–Eso es un cliché.
–Sí, por eso le digo, porque parece que eso sea patrimonio de la izquierda.
–Es al contrario. Mire, lo primera será una ley del Tercer Sector. Escucharles y atender sus demandas. No voy a hacer una enmienda a la totalidad, pero sí voy a escuchar a todo el mundo. No concibo otra forma de hacer la política.
–Algo similar, al parece, ocurre con las políticas de Igualdad.
–Todo el mundo sabe que yo soy feminista. Uno de los retos es la conciliación y la corresponsabilidad. No hay igualdad sin conciliación y no hay conciliación sin corresponsabilidad. Esto se consigue con la flexibilización de los horarios laborales, armonizar los escolares y con la gratuidad de la educación de 0 a 3. La mochila de la conciliación, por desgracia, la seguimos arrastrando las mujeres. Y ahí se produce una brecha salarial, de género, de que tengamos más dificultades para ascender... De esto es de lo que hablamos las mujeres.
–Teresa Tanco es la víctima del ex marido de Mónica Oltra. Ha perdido a sus hijos y no tiene ingresos. ¿Se ha puesto en contacto con ustedes?
–Conmigo, no. Quiero asegurar a Teresa y al resto que vamos a estar a su lado y al de todas las víctimas. Pondremos protocolos en los centros que impida que esto -el abuso y la desprotección- pueda volver a pasar.
–¿Qué cree que falló?
–Algo parecido a lo que comentaba. Se pusieron la venda con el añadido de que Oltra estaba implicada en lo familiar. Miró hacia otro lado en vez de ayudar a la víctima. Debió echarse a un lado y poner todo el interés en que estuviera protegida.
–Residencias de ancianos. La patronal se queja del nuevo decreto y el aumento de costes.
–Estamos en el primer diagnostico. Muchas, además, están en enriquecimiento injusto. Se debe mejorar la gestión. Se ha hecho un decreto de tipologías, pero existe una sentencia del TSJ que se carga la acción concertada. Y todo depende de eso. Pero no permitiremos que la mala gestión y la falta de diligencia afecte a los usuarios.
–Dígame algo que sí que haya funcionado con el Botánico.
–Cooperación, por ejemplo.
–Ahí tuvo el PP un gran problema con la corrupción.
–Tenemos que ver el presente y no irnos a la prehistoria. Hemos tenido recientemente el terremoto de Marruecos y la inundación de Libia...
–La delegada del Gobierno criticó que el Consell no había colaborado.
–Desde primera hora estábamos trabajando con las entidades y esperando a que Marruecos pidiera ayuda. Cuando lo hizo, se activaron la UME y los Bomberos de Madrid. Pero aquí ya estábamos trabajando. La crítica era vacía, y las entidades así lo han reconocido.
–A raíz de estas declaraciones, pero también de meses anteriores, ¿no ve una excesiva agresividad de lo que fue el Botánico?
–Veo demasiada agresividad para cómo nos hemos encontrado la Administración. Pero también imprudencia. No vamos a estar contestando a críticas infundadas. La prudencia en la oposición debería ser un lema. Pero parece que hay demasiado revuelo interno para posicionarse después de Ximo Puig.
–Antes parecía que no quería hablar de la corrupción del PP. ¿No cree que aquella etapa puede lastrar la actuación de este Consell?
–No, yo estoy muy tranquila en ese sentido. Somos muy cuidadosos con lo que hacemos y lo que tenemos que gestionar. No daremos subvenciones a quien no se lo merece.
–La vivienda será una de las piedras de toque del Consell. El PP anunció en su momento que no aplicaría la nueva ley (topar precios de alquiler) y apuesta por la construcción.
–Mazón anunció que se harían 10.000 vivienda protegidas y es posible hacerlas frente a las cero que han hecho. Lo haremos con suelo de la conselleria y de los Ayuntamientos y a través de un convenio con la iniciativa privada. Serán tanto de alquiler como de compra. Daremos créditos con el IVF y ayudas a la vivienda. Si no permitimos el acceso a la vivienda, uno no puede emanciparse y montar una familia y sin esto pues no pueden tener hijos. Esto nos conduce al reto demográfico.
–¿Sabe el Consell qué coste le va a suponer estas 10.000 viviendas?
–No sabemos cuanto porque varía depende de circunstancias y de la propiedades del suelo. Eso es por lo que tenemos que establecer.
–La falta de residencias es un drama para muchas familias.
–Queremos ver cuántas familias tenemos dentro de la categoría de emergencia habitacional. Se han entregado viviendas y no se ha hecho una revisión de la situación de cada núcleo familiar. Esto no puede ser solo una ayuda sino que ha de ser un proyecto para salir adelante. No hay revisiones y se quedan ahí, siempre, por eso la lista de espera.
–¿El reglamento que permite el uso de las lenguas oficiales en el Congreso es una buena noticia?
–Cuando Sánchez obvió el valenciano, el PP anunció que allí donde se hablen las lenguas cooficiales íbamos a pelear por el valenciano. Este Consell está por defender lo suyo. La lengua, pero también la financiación. Da igual quién gobierne en Madrid.
–Cuando habla de la defensa de lo nuestro, respecto de la lengua, es una cuestión de denominación o de diferente lengua.
–Es que no es la misma. Así lo defiende el Estatut, que tenemos una lengua propia que es el valenciano. Volvemos a Puig, quien dice que lo asimila y da subvenciones a los catalanistas.
–¿Y ustedes defenderían dos traductores en el Congreso? ¿Para catalán y valenciano?
–Defendemos la separación de poderes, no quiero decir a la presidenta qué tiene que hacer.
–Pero el PP tiene unos representantes allí.
–Soy la vicepresidenta y no voy a entrar en el cómo. Pero serán diferentes, desde luego, porque no es la misma lengua. Pero que lo organice Francine Armengol (presidenta del Congreso).
–À Punt fue una apuesta del Botánico. ¿Consideran necesaria una cadena pública?
–Tenemos una televisión pública, pero tiene que ser una que tenga su uso, que la vean los valencianos.
–¿Sería partidaria de más castellano en la programación?
–Creo que hay que atender la realidad de los ciudadanos. No voy a entrar en porcentajes de valenciano y castellano. En definitiva, debe ser una televisión útil, que se vea y que cumpla con el servicio público.
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