Vox consolida su fortaleza e irrumpe Alvise Pérez en la Comunitat Valenciana

Al votante valenciano de Vox, además, no le importa que en los puestos de salida haya orfandad de candidatos valencianos, lo que corrobora que es un electoral que acude en clave nacional, sin necesidad de necesitar un porcentaje territorial en primera línea.

En el escrutinio, como ha pasado en el resto de España, lo llamativo es el impacto de Alvise Pérez, que está por encima de su partido. Ha entrado con fuerza en la Comunitat Valenciana, incluso muy por encima de lo previsto. En Se Acabó La Fiesta las celebraciones no han hecho más que comenzar y el que fuera mano derecha de Toni Cantó en Les Corts Valencianes se ha convertido en la quinta fuerza política regional con más de 113.000 votos y el apoyo del 5,77% del electorado. Un dato que le daría ahora mismo representación en la Cámara regional.

El fenómeno Alvise Pérez, que conformó una agrupación de electores en un tiempo récord, se ha forjado en Valencia con una pintada en el nuevo cauce del Túria de dimensiones kilométricas y una visita a la plaza del Ayuntamiento de Valencia para aleccionar a su tropa. Nunca con tan poco se ha logrado tan gran resultado. El boca oreja ha funcionado, las preguntas en corrillos, de aquellos que no sabían quién era Alvise Pérez han recibido una respuesta corta e inmediata, y el mensaje, con las redes sociales y el whatsapp como mecha, han propiciado el efecto deseado. Las europeas siempre son dadas a las sorpresas raras, y en esta ocasión habrá que ver si Alvise es flor de un día o llega para quedarse sin partido que los sustente.

Se Acabó La Fiesta es el saco donde va el voto de los descontentos, o al menos es la teoría que se maneja en esos círculos que todo lo saben. El dato, los más de cien mil votos que ha logrado en la Comunitat, merece una reflexión profunda, especialmente de aquellos que han visto como su electorado ha menguado.