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El expresidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana. txema rodríguez
Zaplana y el abogado uruguayo se reunían en una tienda de ropa para no ser grabados

Zaplana y el abogado uruguayo se reunían en una tienda de ropa para no ser grabados

El expresidente de la Generalitat organizó encuentros en su domicilio de Madrid para abordar la venta de inmuebles de la trama

HÉCTOR ESTEBAN

Viernes, 15 de febrero 2019

El sumario del caso Erial tiene pasajes más propios de una serie de ficción que de una investigación policial. Semanas antes de ser detenido, el expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana se reunió con el abogado uruguayo Fernando Belhot en una tienda de ropa de hombre y señora ubicada en la calle Villanueva de Madrid para abordar asuntos de dinero y venta de propiedades muy importantes para la presunta trama. Aquellos eran días de nervios, especialmente por parte de Joaquín Barceló, uno de los presuntos testaferros de Zaplana, que veía como una de sus sociedades aparecía en los papeles vinculada a una investigación de corrupción con cuentas en Andorra. Barceló necesitaba además una documentación concreta que no llegaba.

La trama, según la investigación policial, operaba para vender uno de los solares de uso hotelero adquirido en Villajoyosa por 2,4 millones de euros. El comprador, según una de las conversaciones telefónicas que figuran en el sumario, era Trinitario Casanova, un empresario murciano propietario del grupo Baraka, y que compró el Edificio España a los chinos de Wanda. La operación pareció enmarañarse y se sucedieron las reuniones entre varias partes, incluido Eduardo Zaplana, para tomar decisiones respecto a varias de las sociedades articuladas para blanquear el dinero que procedía de las comisiones pagadas presuntamente por Sedesa, empresa de la familia Cotino y beneficiada por las adjudicaciones del plan eólico y de las ITV.

El pasado 16 de abril el abogado uruguayo llegó a España y se alojó en el hotel Wellington. Al día siguiente por la tarde se citó en una sala del séptimo piso del hotel con Zaplana pero al final cambiaron de planes al haber mucha gente en el establecimiento. Ambos salieron juntos del hotel y entraron en Just One, una tienda de ropa donde en una de sus salas mantuvieron una reunión de una hora y veinte minutos lejos de posibles micrófonos. «Ambos estuvieron sentados en unas sillas de una sala exclusiva para trabajadores», señala la investigación. De esta manera, y sin saberlo, eludieron la vigilancia policial, que fue incapaz de grabar el contenido de la conversación al desarrollarse en un sitio no previsto y sin autorización.

Al día siguiente, el 18 de abril, Zaplana, Belhot y Barceló mantuvieron una reunión en la vivienda del exministro ubicada en la calle Zurbarán de Madrid. Además de en el establecimiento de ropa, Zaplana y Belhot se citaron en algún restaurante y en una de las salas reservadas del hotel Wellington. La relación entre el exministro y el abogado uruguayo fue intensa en Madrid y en tan sólo tres días cerraron un total de cuatro reuniones.

Belhot es una pieza clave en todo el entramado. La investigación policial concluye que el uruguayo tiene un alto nivel de conocimiento sobre complejas operaciones societarias a nivel internacional «que permitiría trasladar fondos ocultos a favor de los investigados».

La relación entre el expresidente de la Generalitat, Barceló y el abogado uruguayo encargado de organizar presuntamente la red de empresas pantalla se remonta a años atrás. La investigación policial confirma vuelos cruzados de todos los actores, viajes de Zaplana a Montevideo e incluso la presencia de tres de los protagonistas principales de la trama -el exministro, el abogado y Francisco Grau- en el mismo avión, en un vuelo procedente de Londres en junio de 2013.

Además, la vinculación entre Zaplana y Belhot se daba por la relación de ambos en la comercialización de un producto de desinfección de agua que intentaban comercializar junto al expresidente de la Asamblea de Madrid Ignacio González, según consta en la investigación del caso Lezo. Belhot está vinculado al 'caso Ciccone', uno de los escándalos de corrupción en Sudamérica.

Los papeles del caso zaplana

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