José Luis Gayà y Carlos Soler: «Debe de ser precioso estar toda la vida en el mismo club»

Carlos Soler todavía conserva la Game Boy que su abuelo le regaló para convencerle de que se apuntara a fútbol. José Luis Gayà tiene muy presente el esfuerzo que su familia hizo para que pudiera jugar en el club. «Sin ellos yo jamás hubiera sido futbolista», dice. Los dos capitanes del Valencia CF representan el espíritu de una afición que premia la entrega y el amor a los colores que han defendido desde niños.

-De niños os hartasteis de meter goles, ahora uno es defensa y el otro centrocampista adelantado. ¿Ha sido fácil la adaptación?

-Carlos Soler: La adaptación a veces es complicada, pero en cada etapa he tratado de esforzarme al máximo para que fuera lo más llevadera posible. Y sé que cada día tengo entrenar y trabajar para ganarme un puesto en el once.

-José Luis Gayà: En su día fue un poco raro, pero ya llevo muchos años jugando de lateral y, siendo sinceros, no me puedo quejar de cómo han ido las cosas. A lo mejor si hubiera seguido de delantero nunca habría jugado en Primera División.

-Estar en la élite deportiva no es fácil. ¿Han merecido la pena los sacrificios que han realizado a lo largo de su carrera?

-CS: Poca gente conoce todos los sacrificios que hay detrás. Renuncias a muchas cosas y, lo peor de todo, le quitas tiempo a tus seres queridos. Pero, a pesar de todos esos esfuerzos no lo cambio por nada. Trabajar en lo que a uno le gusta es un regalo, ya sea el fútbol o cualquier profesión. Nadie me ha regalado nada, pero sigo estando agradecido por todo lo que estoy viviendo.

-JLG: Por supuesto. Sería un egoísta si dijera que no. Aunque he de reconocer los grandes sacrificios los ha hecho mi familia. Cientos de viajes, desplazamientos, estudios. Cuando eres profesional hay que sacrificarse en la alimentación, el descanso, los entrenamientos..., pero a mí todos esos esfuerzos me compensan.

-¿Qué se siente con un estadio lleno coreando su nombre?

-CS: Es algo indescriptible, no se puede expresar con palabras, porque hay que sentirlo. Recuerdo cuando lo cantaron por primera vez, fue en la temporada 2016-2017 en la que debuté y marqué un gol de vaselina contra el Celta en Mestalla. Se me pusieron los pelos de punta. No me lo podía creer.

-JLG: Es muy dificil encontrar las palabras adecuadas para describir ese sentimiento. Me encantaría que todo el mundo pudiera tener esa sensación alguna vez en la vida. Ser coreado por los tuyos es lo máximo, como estar en una nube.

-¿Se ven toda su carrera en el Valencia CF?

-CS: Cuando ves jugadores como Totti, Giggs, Puyol... que han pasado toda su vida en un mismo club y percibes lo que representan para ese equipo, para la afición, debe de ser precioso. Lo creo de verdad. Si el club donde has estado toda la vida, de tu ciudad, te ofrece un proyecto personal y colectivo deportivamente interesante, no hay sitio mejor.

-JLG: Siempre he dicho que el Valencia CF es mi casa y siempre será mi equipo. Estoy muy a gusto, tengo contrato hasta el 2023 y sé que hemos empezado un proceso de renovación.

-¿Es un sueño cumplido vestir la camiseta de la selección?

-CS: Sí, vestir la camiseta de tu país siempre es muy emocionante. Yo he crecido viendo la mejor época de la selección española y siempre soñé con poder jugar yo también con ese escudo. Ahora además hemos logrado la clasificación para el Mundial de Catar, y ha sido muy especial vivirlo en primera persona por todo lo que supone.

-JLG: Sí, sin duda. Vestir y defender la camiseta de tu país es lo máximo. Además, si estas ahí es porque estás haciendo las cosas bien en tu club, por lo tanto la alegría es doble.

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