Borrar

Martes, 5 de febrero 2019, 19:49

Modo oscuro

Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

damián torres
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

damián torres
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

damián torres
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

damián torres
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

damián torres
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

damián torres
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

damián torres
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

damián torres
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

damián torres
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

damián torres
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

damián torres
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.
Álex Gadea visita el escenario del Gran Teatro de Alzira, el lugar que le vio nacer como actor hace ya más de una década. El caso del intérprete de Alzira es la muestra de que unos buenos profesores pueden resultar determinantes para descubrir una vocación.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Álex Gadea: de trabajar en una funeraria vistiendo muertos a triunfar en el teatro