Aprender a hacer coronas navideñas, la última moda para liberar estrés

La floristería Absolute Flora también programa cada año estos talleres. «Normalmente, las plazas de agotan rápido porque nuestros clientes se lo comentan a sus conocidos cuando lo ven publicado y se organizan rápidamente para reservarlas. Lo bonito es que puedes encontrarte tanto a una ejecutiva, como a un creativo, una ama de casa, un grupo de amigas jubiladas como a algún niño con sus padres y ese momento de compartir la experiencia y ayudarse es único», cuenta Josep Artés, que este año ha ampliado los talleres. «Lo que nos encanta de los talleres de Navidad es la duración que tiene este tipo de flor, que se mantiene en buen estado durante varias semanas, para poder disfrutar de estos arreglos durante todas las fiestas», añade el florista.

¿Y quiénes puede participar en estos talleres? Según Artés, cualquier persona que tenga inquietudes artísticas y le guste aprender alguna cosa nueva. «Nuestros clientes suelen venir solos o con amigos para compartir un momento agradable o desestresarse de su rutina del día a día. No son talleres técnicos, ya que no pretendemos que nadie los examine, ni ellos a sí mismos. Simplemente les enseñamos los diferentes materiales y los acompañamos dándoles libertad para que su creatividad fluya componiendo su corona de Navidad», explica.

Aprender a realizar una corona de Navidad es relativamente sencillo. Mateo Climent, que da sus cursos en El Mercado de Colón, dice que sólo se necesitan unos cuantos materiales: una base redonda de paja -que venden en muchos sitios-, una bobina de alambre de color verde que enrollamos alrededor de la base para poder enganchar el abeto y luego todos los adornos que queramos añadir para dar color y textura a la corona. «Las ramas de abeto se tienen que cortar una a una con el talle inclinado para que no se vea», explica Mateo. Con esos trocitos pequeñitos de abeto se va cubriendo la base, dando vueltas hasta que queda completamente forrado. «Después ya se añade toda la decoración, seleccionando el tipo de acabado. Tenemos cardo, el ilex que es súper navideño, las naranjas secas que nos van a dar aroma, las ramas de canela, y así la podemos personalizar». El toque final es una cinta para poder colgar la corona, que también se puede utilizar de centro de mesa.

En cuanto al tipo de coronas, las hay clásicas en color verde de pino natural y decoración en tonos rojos con el Illex (acebo) y dorados y otras más románticas con hortensias, una flor que aporta color y que seca especialmente bien. Los centros suelen llevar hoja de roble, eucalipto y diferentes tipos de verdes típicos de esta época del año, como el abeto, eucalipto o grevillea. Después se pueden añadir piñas naturales incluso hojas de magnolio teñidas de dorado o flores blancas de arroz. Por último, se pueden aromatizar con frutas deshidratadas y canela. En su taller, de un par de horas de duración -con aperitivo y cervecita incluído-, Mateo Climent está acompañado por el florista inglés Alexander Campbell, que con 336.000 seguidores en redes es una auténtica celebridad en decoración floral. Alex explicó en el taller que fue la Reina Victoria de Inglaterra la que inició la tradición del árbol de Navidad y la decoración navideña. «Yo acabo de volver de Londres -contó- y la ciudad está increíble, no sólo están decoradas las tiendas sino las casas particulares».