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El armario de Carmen Sancho

A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

Jueves, 21 de marzo 2019, 01:32

Modo oscuro

A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

Texto: Begoña Clérigues | Fotos: Jesús Signes
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

Texto: Begoña Clérigues | Fotos: Jesús Signes
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

Texto: Begoña Clérigues | Fotos: Jesús Signes
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

Texto: Begoña Clérigues | Fotos: Jesús Signes
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

Texto: Begoña Clérigues | Fotos: Jesús Signes
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

Texto: Begoña Clérigues | Fotos: Jesús Signes
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

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Texto: Begoña Clérigues | Fotos: Jesús Signes
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

Texto: Begoña Clérigues | Fotos: Jesús Signes
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

Texto: Begoña Clérigues | Fotos: Jesús Signes
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

Texto: Begoña Clérigues | Fotos: Jesús Signes
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».
A Carmen Sancho no le asustan los fotógrafos. Posa delante de la cámara con la soltura y la seguridad de quien está acostumbrada a hacerlo. La experiencia de haber sido fallera mayor de Valencia ayuda bastante. Durante un año tienes un papel protagonista en la vida social valenciana, te relacionas con altos cargos, políticos, empresarios, gente del mundo de las fallas, todos los focos están puestos sobre ti y el peso de la responsabilidad debe de ser abrumador. No puedes salir comiendo en una foto o con algún gesto inapropiado. La ventaja de haber representado ese cargo, casi institucional, es que a partir de entonces te manejas en muchas situaciones con una serenidad envidiable. La fallera mayor de Valencia de 2014 transmite esa madurez y saber estar no sólo en su trato, educado, amable y de modales dulces, sino también en la ropa que viste y en cómo la viste. Todo en ella es equilibrio. «Mi estilo es contemporáneo, el de una chica joven y moderna pero tampoco demasiado influenciada por las modas. Además, creo que no ha variado mucho desde la adolescencia. Me gusta la naturalidad y las prendas atemporales, sentirme cómoda con lo que llevo y transmitir una imagen de mujer segura y femenina». «Tengo dos prendas comodín: el vaquero y la blusa blanca, te salvan de cualquier ocasión. Mi otra fórmula es combinar pantalón y blusa negra, siempre son un acierto». Los bolsos son su complemento preferido. «Para diario me gustan los grandes, tipo shopping o de bandolera; para el fin de semana opto por los pequeños, incluso carteras de mano».

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