Borrar
Urgente El Euromillones de hoy viernes deja un nuevo millonario en España

15 fotos

El armario de Vicen Fernández, del negro al arco iris

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

Viernes, 21 de septiembre 2018, 01:05

Modo oscuro

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

JESÚS SIGNES
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

JESÚS SIGNES
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

JESÚS SIGNES
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

JESÚS SIGNES
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

JESÚS SIGNES
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

JESÚS SIGNES
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

JESÚS SIGNES
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

JESÚS SIGNES
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

JESÚS SIGNES
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

JESÚS SIGNES
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

JESÚS SIGNES
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

JESÚS SIGNES
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

JESÚS SIGNES
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

JESÚS SIGNES
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

JESÚS SIGNES
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.
A Vicen Fernández le gusta la moda desde que era una niña. «A los ocho años ya elegía mis vestidos y le quitaba los zapatos de doce centímetros a mi madre; a los catorce empecé a hacer mis pinitos como modelo y a los quince ya desfilaba para diseñadores valencianos». Llenó de colores su armario después de atravesar una etapa de cambios en su vida. Le encantan las siluetas marcadas, los vestidos ceñidos y los taconazos de suela roja.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias El armario de Vicen Fernández, del negro al arco iris