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Irene Marsilla
Sábado, 14 de octubre 2023
La princesa Beatriz de Orleans, la abuela del novio, con un vestido gris y un espectacular bordado de cristales de Swarovski. Atrás, su hija mayor y madre del novio, Clotilde de Orleans, que vestía un diseño en tonos rosa a juego con la pamela.
El diseñador del traje de la novia y de su madre, Marcos Luengo, acompañado de su mujer.
Maite Ballester Fornés, a la entrada a la Catedral, luciendo el diseño de Marcos Luengo, un abrigo combinado en verde y forro en fucsia, a juego con el tocado.
Carlos Felipe, duque de Anjou, hijo de Beatriz de Orleans y pretendiente al trono francés, con su reciente esposa, Naomi-Valeska Kern. Anteriormente estaba casado con Diana Alvares Pereira de Melo, con quien tuvo dos hijos.
Adelaida, hija de Beatriz de Orleans, con su marido, Pierre Louis Dally. El padrino de Adelaida es el Rey Emérito Juan Carlos I.
Miguel de Orleans, abuelo del novio, acompañado de su segunda mujer, Barbara de Posch-Pastor.
Ainhoa Arteta, feliz a las puertas de la catedral, donde sonó su voz de soprano acompañada por la coral catedralicia.
A la derecha, el novio, Louis Nicolas Crépy de Orleans, acompañado de su madre, Clotilde de Orleans.
El vehículo en el que ha llegado la novia a la puerta de los hierros de la catedral.
La novia llega a la catedral con un Rolls Royce y una radiante sonrisa. En la mano, un ramo de calas blancas.
Decenas de curiosos se agolpaban a la puerta de la Catedral de Valencia para ver llegar a la novia, Carolina Torio.
Carolina Torio luce un velo que la cubre por completo, y se puede apreciar la tiara que pertenece a la princesa Beatriz de Orleans.
Eran las cuatro de la tarde un sábado de puente y decenas de personas intentaban atrapar una imagen de la novia.
La novia con su padre, Antonio Torio, antes de entrar a la Catedral, donde le esperaba su futuro marido, Louis Nicolas Crépy de Orleans.
El vestido de la novia, diseño de Marcos Luengo, llevaba un bordado en el escote en pico, en las mangas de tres cuartos y en la capa.
Los novios, a su salida de la catedral por la puerta románica.
La pareja se mostraba muy feliz tras la ceremonia.
Los invitados se agolpan a las puertas de la catedral para lanzarles pétalos de rosa y celebrar que ya son marido y mujer.
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