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La casa de Amado Ortells, un espacio señorial y exótico

La idea de Amado era tener una casa en el centro. El motivo era poder vivir cerca de su nuevo taller, que ha ubicado en la calle Hernán Cortés. Además quería que fuera una vivienda grande y espaciosa. La mayoría de estancias dan al exterior y reciben una luz muy bonita. El resto de la casa está dividido en tres habitaciones, una amplia cocina y un pequeño estudio. De esta estancia asegura que es su habitación creativa. «En ella escucho música, dibujo, leo y tengo almacenadas cientos de películas. A la hora de decorar le gusta mucho mezclar diferentes estilos y conceptos, que las cosas que le rodean tengan personalidad y sean de calidad. Dentro de lo moderno, ha conseguido ubicar su estilo más clásico o señorial y a la vez aportar toques exóticos con la colección de pinturas de artistas cubanos como Amelia Peláez, Kcho, Roberto Fabelo o Alejandro Montesinos. A Amado empezó gustándole el hiperrealismo y poco a poco ha ido derivando hacia un arte más abstracto. «Con la moda pasa igual, hay que educar la mirada para poder ver la esencia de las formas más allá del diseño».

Miércoles, 12 de diciembre 2018, 01:05

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La idea de Amado era tener una casa en el centro. El motivo era poder vivir cerca de su nuevo taller, que ha ubicado en la calle Hernán Cortés. Además quería que fuera una vivienda grande y espaciosa. La mayoría de estancias dan al exterior y reciben una luz muy bonita. El resto de la casa está dividido en tres habitaciones, una amplia cocina y un pequeño estudio. De esta estancia asegura que es su habitación creativa. «En ella escucho música, dibujo, leo y tengo almacenadas cientos de películas. A la hora de decorar le gusta mucho mezclar diferentes estilos y conceptos, que las cosas que le rodean tengan personalidad y sean de calidad. Dentro de lo moderno, ha conseguido ubicar su estilo más clásico o señorial y a la vez aportar toques exóticos con la colección de pinturas de artistas cubanos como Amelia Peláez, Kcho, Roberto Fabelo o Alejandro Montesinos. A Amado empezó gustándole el hiperrealismo y poco a poco ha ido derivando hacia un arte más abstracto. «Con la moda pasa igual, hay que educar la mirada para poder ver la esencia de las formas más allá del diseño».

Jesús Signes
La idea de Amado era tener una casa en el centro. El motivo era poder vivir cerca de su nuevo taller, que ha ubicado en la calle Hernán Cortés. Además quería que fuera una vivienda grande y espaciosa. La mayoría de estancias dan al exterior y reciben una luz muy bonita. El resto de la casa está dividido en tres habitaciones, una amplia cocina y un pequeño estudio. De esta estancia asegura que es su habitación creativa. «En ella escucho música, dibujo, leo y tengo almacenadas cientos de películas. A la hora de decorar le gusta mucho mezclar diferentes estilos y conceptos, que las cosas que le rodean tengan personalidad y sean de calidad. Dentro de lo moderno, ha conseguido ubicar su estilo más clásico o señorial y a la vez aportar toques exóticos con la colección de pinturas de artistas cubanos como Amelia Peláez, Kcho, Roberto Fabelo o Alejandro Montesinos. A Amado empezó gustándole el hiperrealismo y poco a poco ha ido derivando hacia un arte más abstracto. «Con la moda pasa igual, hay que educar la mirada para poder ver la esencia de las formas más allá del diseño».
La idea de Amado era tener una casa en el centro. El motivo era poder vivir cerca de su nuevo taller, que ha ubicado en la calle Hernán Cortés. Además quería que fuera una vivienda grande y espaciosa. La mayoría de estancias dan al exterior y reciben una luz muy bonita. El resto de la casa está dividido en tres habitaciones, una amplia cocina y un pequeño estudio. De esta estancia asegura que es su habitación creativa. «En ella escucho música, dibujo, leo y tengo almacenadas cientos de películas. A la hora de decorar le gusta mucho mezclar diferentes estilos y conceptos, que las cosas que le rodean tengan personalidad y sean de calidad. Dentro de lo moderno, ha conseguido ubicar su estilo más clásico o señorial y a la vez aportar toques exóticos con la colección de pinturas de artistas cubanos como Amelia Peláez, Kcho, Roberto Fabelo o Alejandro Montesinos. A Amado empezó gustándole el hiperrealismo y poco a poco ha ido derivando hacia un arte más abstracto. «Con la moda pasa igual, hay que educar la mirada para poder ver la esencia de las formas más allá del diseño».

La idea de Amado era tener una casa en el centro. El motivo era poder vivir cerca de su nuevo taller, que ha ubicado en la calle Hernán Cortés. Además quería que fuera una vivienda grande y espaciosa. La mayoría de estancias dan al exterior y reciben una luz muy bonita. El resto de la casa está dividido en tres habitaciones, una amplia cocina y un pequeño estudio. De esta estancia asegura que es su habitación creativa. «En ella escucho música, dibujo, leo y tengo almacenadas cientos de películas. A la hora de decorar le gusta mucho mezclar diferentes estilos y conceptos, que las cosas que le rodean tengan personalidad y sean de calidad. Dentro de lo moderno, ha conseguido ubicar su estilo más clásico o señorial y a la vez aportar toques exóticos con la colección de pinturas de artistas cubanos como Amelia Peláez, Kcho, Roberto Fabelo o Alejandro Montesinos. A Amado empezó gustándole el hiperrealismo y poco a poco ha ido derivando hacia un arte más abstracto. «Con la moda pasa igual, hay que educar la mirada para poder ver la esencia de las formas más allá del diseño».

Jesús Signes
La idea de Amado era tener una casa en el centro. El motivo era poder vivir cerca de su nuevo taller, que ha ubicado en la calle Hernán Cortés. Además quería que fuera una vivienda grande y espaciosa. La mayoría de estancias dan al exterior y reciben una luz muy bonita. El resto de la casa está dividido en tres habitaciones, una amplia cocina y un pequeño estudio. De esta estancia asegura que es su habitación creativa. «En ella escucho música, dibujo, leo y tengo almacenadas cientos de películas. A la hora de decorar le gusta mucho mezclar diferentes estilos y conceptos, que las cosas que le rodean tengan personalidad y sean de calidad. Dentro de lo moderno, ha conseguido ubicar su estilo más clásico o señorial y a la vez aportar toques exóticos con la colección de pinturas de artistas cubanos como Amelia Peláez, Kcho, Roberto Fabelo o Alejandro Montesinos. A Amado empezó gustándole el hiperrealismo y poco a poco ha ido derivando hacia un arte más abstracto. «Con la moda pasa igual, hay que educar la mirada para poder ver la esencia de las formas más allá del diseño».
La idea de Amado era tener una casa en el centro. El motivo era poder vivir cerca de su nuevo taller, que ha ubicado en la calle Hernán Cortés. Además quería que fuera una vivienda grande y espaciosa. La mayoría de estancias dan al exterior y reciben una luz muy bonita. El resto de la casa está dividido en tres habitaciones, una amplia cocina y un pequeño estudio. De esta estancia asegura que es su habitación creativa. «En ella escucho música, dibujo, leo y tengo almacenadas cientos de películas. A la hora de decorar le gusta mucho mezclar diferentes estilos y conceptos, que las cosas que le rodean tengan personalidad y sean de calidad. Dentro de lo moderno, ha conseguido ubicar su estilo más clásico o señorial y a la vez aportar toques exóticos con la colección de pinturas de artistas cubanos como Amelia Peláez, Kcho, Roberto Fabelo o Alejandro Montesinos. A Amado empezó gustándole el hiperrealismo y poco a poco ha ido derivando hacia un arte más abstracto. «Con la moda pasa igual, hay que educar la mirada para poder ver la esencia de las formas más allá del diseño».

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Jesús Signes
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Jesús Signes
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Jesús Signes
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La idea de Amado era tener una casa en el centro. El motivo era poder vivir cerca de su nuevo taller, que ha ubicado en la calle Hernán Cortés. Además quería que fuera una vivienda grande y espaciosa. La mayoría de estancias dan al exterior y reciben una luz muy bonita. El resto de la casa está dividido en tres habitaciones, una amplia cocina y un pequeño estudio. De esta estancia asegura que es su habitación creativa. «En ella escucho música, dibujo, leo y tengo almacenadas cientos de películas. A la hora de decorar le gusta mucho mezclar diferentes estilos y conceptos, que las cosas que le rodean tengan personalidad y sean de calidad. Dentro de lo moderno, ha conseguido ubicar su estilo más clásico o señorial y a la vez aportar toques exóticos con la colección de pinturas de artistas cubanos como Amelia Peláez, Kcho, Roberto Fabelo o Alejandro Montesinos. A Amado empezó gustándole el hiperrealismo y poco a poco ha ido derivando hacia un arte más abstracto. «Con la moda pasa igual, hay que educar la mirada para poder ver la esencia de las formas más allá del diseño».

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Jesús Signes
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Jesús Signes
La idea de Amado era tener una casa en el centro. El motivo era poder vivir cerca de su nuevo taller, que ha ubicado en la calle Hernán Cortés. Además quería que fuera una vivienda grande y espaciosa. La mayoría de estancias dan al exterior y reciben una luz muy bonita. El resto de la casa está dividido en tres habitaciones, una amplia cocina y un pequeño estudio. De esta estancia asegura que es su habitación creativa. «En ella escucho música, dibujo, leo y tengo almacenadas cientos de películas. A la hora de decorar le gusta mucho mezclar diferentes estilos y conceptos, que las cosas que le rodean tengan personalidad y sean de calidad. Dentro de lo moderno, ha conseguido ubicar su estilo más clásico o señorial y a la vez aportar toques exóticos con la colección de pinturas de artistas cubanos como Amelia Peláez, Kcho, Roberto Fabelo o Alejandro Montesinos. A Amado empezó gustándole el hiperrealismo y poco a poco ha ido derivando hacia un arte más abstracto. «Con la moda pasa igual, hay que educar la mirada para poder ver la esencia de las formas más allá del diseño».
La idea de Amado era tener una casa en el centro. El motivo era poder vivir cerca de su nuevo taller, que ha ubicado en la calle Hernán Cortés. Además quería que fuera una vivienda grande y espaciosa. La mayoría de estancias dan al exterior y reciben una luz muy bonita. El resto de la casa está dividido en tres habitaciones, una amplia cocina y un pequeño estudio. De esta estancia asegura que es su habitación creativa. «En ella escucho música, dibujo, leo y tengo almacenadas cientos de películas. A la hora de decorar le gusta mucho mezclar diferentes estilos y conceptos, que las cosas que le rodean tengan personalidad y sean de calidad. Dentro de lo moderno, ha conseguido ubicar su estilo más clásico o señorial y a la vez aportar toques exóticos con la colección de pinturas de artistas cubanos como Amelia Peláez, Kcho, Roberto Fabelo o Alejandro Montesinos. A Amado empezó gustándole el hiperrealismo y poco a poco ha ido derivando hacia un arte más abstracto. «Con la moda pasa igual, hay que educar la mirada para poder ver la esencia de las formas más allá del diseño».

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Jesús Signes
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La idea de Amado era tener una casa en el centro. El motivo era poder vivir cerca de su nuevo taller, que ha ubicado en la calle Hernán Cortés. Además quería que fuera una vivienda grande y espaciosa. La mayoría de estancias dan al exterior y reciben una luz muy bonita. El resto de la casa está dividido en tres habitaciones, una amplia cocina y un pequeño estudio. De esta estancia asegura que es su habitación creativa. «En ella escucho música, dibujo, leo y tengo almacenadas cientos de películas. A la hora de decorar le gusta mucho mezclar diferentes estilos y conceptos, que las cosas que le rodean tengan personalidad y sean de calidad. Dentro de lo moderno, ha conseguido ubicar su estilo más clásico o señorial y a la vez aportar toques exóticos con la colección de pinturas de artistas cubanos como Amelia Peláez, Kcho, Roberto Fabelo o Alejandro Montesinos. A Amado empezó gustándole el hiperrealismo y poco a poco ha ido derivando hacia un arte más abstracto. «Con la moda pasa igual, hay que educar la mirada para poder ver la esencia de las formas más allá del diseño».
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Jesús Signes
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La idea de Amado era tener una casa en el centro. El motivo era poder vivir cerca de su nuevo taller, que ha ubicado en la calle Hernán Cortés. Además quería que fuera una vivienda grande y espaciosa. La mayoría de estancias dan al exterior y reciben una luz muy bonita. El resto de la casa está dividido en tres habitaciones, una amplia cocina y un pequeño estudio. De esta estancia asegura que es su habitación creativa. «En ella escucho música, dibujo, leo y tengo almacenadas cientos de películas. A la hora de decorar le gusta mucho mezclar diferentes estilos y conceptos, que las cosas que le rodean tengan personalidad y sean de calidad. Dentro de lo moderno, ha conseguido ubicar su estilo más clásico o señorial y a la vez aportar toques exóticos con la colección de pinturas de artistas cubanos como Amelia Peláez, Kcho, Roberto Fabelo o Alejandro Montesinos. A Amado empezó gustándole el hiperrealismo y poco a poco ha ido derivando hacia un arte más abstracto. «Con la moda pasa igual, hay que educar la mirada para poder ver la esencia de las formas más allá del diseño».

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Jesús Signes
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Jesús Signes
La idea de Amado era tener una casa en el centro. El motivo era poder vivir cerca de su nuevo taller, que ha ubicado en la calle Hernán Cortés. Además quería que fuera una vivienda grande y espaciosa. La mayoría de estancias dan al exterior y reciben una luz muy bonita. El resto de la casa está dividido en tres habitaciones, una amplia cocina y un pequeño estudio. De esta estancia asegura que es su habitación creativa. «En ella escucho música, dibujo, leo y tengo almacenadas cientos de películas. A la hora de decorar le gusta mucho mezclar diferentes estilos y conceptos, que las cosas que le rodean tengan personalidad y sean de calidad. Dentro de lo moderno, ha conseguido ubicar su estilo más clásico o señorial y a la vez aportar toques exóticos con la colección de pinturas de artistas cubanos como Amelia Peláez, Kcho, Roberto Fabelo o Alejandro Montesinos. A Amado empezó gustándole el hiperrealismo y poco a poco ha ido derivando hacia un arte más abstracto. «Con la moda pasa igual, hay que educar la mirada para poder ver la esencia de las formas más allá del diseño».
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lasprovincias La casa de Amado Ortells, un espacio señorial y exótico