La casa de Javier Solís

La solución que propone es mantener la vivienda preexistente de 1900 en una de las zonas y en la otra diseñar la nueva segregación para el presente proyecto. «Ambas parcelas permanecen separadas por un muro, pero vinculadas visualmente desde la primera planta. El mayor condicionante al que nos enfrentamos para esta construcción de nueva planta fue el desnivel en el terreno de más de dos metros de un punto a otro de la vivienda», explica Nacho Díaz. Para solucionar este hándicap se proyecta una vivienda con el acceso a una de las fachadas de la calle, cuyo objetivo volumétrico es depurar el ornamento de la vivienda contigua, actualizando las formas con los códigos de la arquitectura contemporánea.

«La vivienda está planteada en forma de cubo dividido en dos partes mediante una gran rasgadura desde el plano vertical hasta la cubierta, siendo esta la principal entrada de luz natural a la doble altura que se proyecta en el interior», detalla el arquitecto.

La separación de los espacios está contemplada en dos grandes zonas, la zona de día en la planta baja y la zona de noche en la planta superior. El espacio que aúna el salón, el comedor y la cocina se planteó con un lucernario, el gran protagonista de este proyecto junto con el acceso a doble altura donde la escalera y la pasarela se unen con la librería. «La cocina la concebimos como un espacio abierto con el fin de lograr la mayor interacción entre la persona que cocina y los comensales. Está pensada como un espacio lúdico para disfrutar en compañía».

Esta parte más social de la casa se abre a un patio gracias a una amplia cristalera, logrando así vincular la zona exterior con la zona interior de la vivienda. En la planta superior, por su parte, se ubican el dormitorio secundario, un despacho y el dormitorio principal, que cuenta con baño en suite y vestidor.

Las líneas actuales de la construcción se han trabajado de manera que completen la manzana en las alineaciones de calle y, gracias a la rasgadura vertical de la fachada, siga el ritmo de fachadas más estrechas que se ven en el centro de Godella.

De esta manera, se ha conseguido que volumétricamente parezcan dos fachadas en vez de una continua. «Para este proyecto de construcción de obra nueva se buscaba aportar luz y calidez al espacio. 'Casa en Godella' refleja, a través de los materiales utilizados, la sencillez, la elegancia y el minimalismo de una vivienda a la que se le ha añadido un toque de diseño innovador», concluye Díaz.