Celeste Giles de Oto anunció hace unos días en sus redes sociales que por fin ya es española, que tiene la doble nacionalidad después de cinco años en Valencia, una ciudad a la que llegó completamente por casualidad y que se ha convertido no solamente ... en su casa, sino en su lugar preferido en el mundo. Esta joven de Buenos Aires, que salió de Argentina debido a una pasión desmedida por viajar, nunca se hubiera imaginado viviendo en Europa. «En ningún momento pensé en emigrar, estábamos muy bien allí pero la inseguridad nos movió a convertirnos en mochileros».
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Celeste llegó a Valencia porque su madre se había trasladado desde Italia y quería pasar las navidades de 2019 con ella. Nómada digital, la estancia se alargó y pudo vivir aquel inicio de Fallas que se truncó por la pandemia. «Todavía recuerdo la primera mascletà que viví». La joven, que es licenciada en comercio exterior y trabaja en remoto como agente de promoción de editoriales académicas en Estados Unidos para el mercado latinoamericano, comenzó a tener un sentido de pertenencia con la ciudad, que se reforzó al aflojarse las restricciones y poder comenzar a recorrerla. «Sentí que la gente debía conocerla» y comenzó a publicar en redes. «He aparecido varias veces en la televisión argentina hablando de Valencia, soy una enamorada de las Fallas y conozco incluso a los pirotécnicos», ríe la argentina, que tiene en Instagram más de dieciséis mil seguidores a quienes da consejos de qué visitar o dónde comer en Valencia.
A Celeste le encanta el verano y los días de sol, así que disfruta mucho en un lugar que además le facilita poder conocer otros destinos. «Durante mucho tiempo viajaba haciendo voluntariado para ahorrarme gastos». Todavía recuerda su experiencia en un pequeño pueblo de la campiña inglesa cuidando de un perro en una gran casa con la nevera llena durante un mes y medio...
Ya tiene planeado su próximo gran viaje, será al sudeste asiático durante el próximo invierno, y donde espera quedarse dos meses y medio. Mientras, disfruta de la Costa Blanca - «me he recorrido todos los pueblos»- y también de su querida Valencia. «Después de cinco años viviendo aquí todavía salgo a la calle con la mirada de un turista; no he perdido mi capacidad de asombro», asegura.
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