Mono de la firma Bárbara Torrijos. Se llevan las invitadas sencillas, románticas, con diseños monocromáticos en tonos vivos o pastel.

Claves para ser la invitada perfecta

La tendencia es ropa cómoda, prendas que permitan levantar los brazos, moverse y bailar. «Los días especiales son para disfrutarlos y una boda es una celebración», dice Adrián Salvador, de la firma Savage

Martes, 28 de septiembre 2021, 01:12

Las normas se están relajando en las bodas. Antes, los vestidos no dejaban moverse. Ahora la prioridad es ir cómoda. «La tendencia es ir elegante, pero más relajada. Los vestidos son menos serios y te sirven para el día a día. Si lo llevas con taconazos y joyas, vas a una boda brutal y ese mismo vestido te sirve para diario con zapatillas y un look desenfadado. Atrás quedó el concepto de comprarse un vestido que utilizas una vez y guardas; al contrario, se trata de darle más vida a un vestido», dice José Puerta, de Tousette.

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Adrián Salvador, de la firma Savage, es de la misma opinión. «Durante todos estos años, en nuestro estudio de prêt-à-porter y costura a medida lo que más nos repiten nuestras clientas es que quieren estar cómodas, poder levantar los brazos, moverse, saltar y bailar. Los días especiales son para disfrutarlos. Y una boda es una celebración, una fiesta».»

Arriba, Gemma Serra lleva un top y unos pantalones campana y Claudia Serra un vestido azul eléctrico, de My Bloomie. Beatriz Aguilar con un vestido de Tousette en azul tinta y echarpe de piel. Cartera y tocado en el mismo tono. A la derecha, Malu Gil, vestida de Asos y peinada por Alex Jordán con un bolso caja de Zara en la boda de Macarena Remohí. lucía gil y cedidas

¿Cómo conjugar comodidad con elegancia? Andrea Serra, de la firma Mybloomie, recomienda vestidos y trajes de blusa y pantalón en tonos marrones, azules y berenjena, que son tendencia, en tejidos con mucha caída, como organzas y gasas de seda natural. «La pieza estrella para este invierno será el cárdigan, en tamaño extra grande, con mangas abullonadas y en terciopelo azul o marrón».

Savage da varias ideas para vestir de invitada: por un traje de chaqueta en crepe de seda, un vestido tobillero de gasa o una falda capa de mikado de seda combinado con un trench de organza. «Volúmenes ligeros, formas románticas sintetizadas hasta la estructura, movimiento y luz».

«Se llevan las invitadas más sencillas; menos es más, monocromáticas, en colores vivos o pastel», dice la diseñadora Bárbara Torrijos. «Para romper el mono cromatismo de un look, combinan genial los la carteras o bolsos pequeños adornados con abalorios».

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