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Mercedes Bas, Carmen Dolz, María Aranguren, Rafael Aznar, Magüy Alonso y Lucía de Miguel. LP

La burguesía valenciana se reúne en una exclusiva inauguración en la Fundación Bancaja

Estos días la vida social se ha trasladado a las galerías y museos, un plan mucho más tranquilo que ir de compras en rebajas, una actividad de riesgo

Jueves, 4 de julio 2024, 01:12

Salir de rebajas es una de las actividades más estresantes que hay. Gente, colas, ansiedad por verlo todo antes de que alguien se lleve el chollo. La alternativa es ir de rebajas por internet. Tampoco es mucho mejor. Comprar se parece a una subasta a ... la inversa. Primero empiezan las ventas privadas, que de privadas tienen poco porque para ser clienta sólo tienes que darte de alta en la web. Entras, te vas directa al vestido que habías fichado a principio de temporada y lo ves con un treinta por ciento de descuento. ¡Y tienen tu talla! Con el pulso acelerado, haces clic y lo metes en el carro de la compra; pones el número de la tarjeta, recapacitas. Jope, sigue siendo caro.

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Decides esperar a que se rebaje más. Diez días después, llega un sms: 15 por ciento adicional si compras dos prendas. ¡Qué listos son! Buscas la prenda más barata de la tienda, unos calcetines. ¿Y para qué quiero yo unos calcetines en verano? ¿Y una gorra? Dudas, al final la compra te saldrá más cara. Respiras hondo. ¿Y si te quedas sin talla? Te envalentonas y compras el vestido, la gorra y una camiseta monísima. Tres días después llega otro sms: «Sólo mañana, toda la colección al 50 por ciento». ¿Se puede tener más mala suerte? Lo peor viene después, cuando quedas con tus amigas para contarles tus compras y todas han encontrado chollos en las tiendas y tú todavía no has recibido el vestido porque los envíos en rebajas se retrasan un montón. Vamos, que cuando llegue casi ni te hará falta.

Frente al estrés de las rebajas, siempre queda el arte, que es una actividad mucho más relajada y social. Esta semana se han inaugurado varias exposiciones, algunas importantes y otras más humildes pero todas con bastante gente. La Fundación Bancaja inauguró la exposición de María Aranguren. Como es habitual, el presidente de la Fundación, Rafa Alcón, estuvo recibiendo a los invitados: Alicia Ventura, la galerista Olga Adelantado, la artista Rebeca Plana, la presidenta de los Amigos del Museo de Bellas Artes, María José Navarro, la directora general de Patrimonio Pilar Tébar, la presidenta del Ateneo, Carmen de Rosa, Pepa Martínez, la diseñadora Marisa Gallén, los artistas Horacio Silva y Helga Grollo, Mercedes Bas, Carmen Dolz, el expresidente del puerto Rafael Aznar y su mujer, Magüy Alonso, y Lucía de Miguel, María Vázquez, Irene Guasque, la restauradora Gertrud Gómez, Mar Beltrán -que ya está preparando la próxima visita al Espai Alfaro-, el director del Museo de Bellas Artes, Pablo González Tornel, y Nela Gómez Villalonga.

El mismo jueves, en la galería Alaux de Poeta Querol -que pronto se trasladará cerca del Mercado Central-, se inauguró la exposición de Sa Candela. El artista detrás de ese nombre no es otro que el propietario de la galería, Stéphane Alaux, que expone su obra bajo ese seudónimo. Le acompañaron Josep Lozano, el artista JARR, Lluis Nadal, el decano del colegio de arquitectos Luis Sendra y su pareja María José Gratacós, Carmen Durán, Coté Soler, Mayka Mas, Òscar Vázquez y Begoña Estellés.

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El día anterior, en el Mercado de Colón el ilustrador José Miguel Guillén expuso por primera vez en Valencia con veinte de sus obras más representativas. A la inauguración fueron amigos como Begoña Lluch, Ángela Valero de Palma, Mari Carmen Martín, Maria José Sánchez y Anabel Navas.

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