Desayuna en Tiffany's en el centro de Valencia

No es una coincidencia, o quizás sí, que sea en esta calle donde se encuentran las mejores boutiques de Valencia. Tiendas en las que puedes entrar a hacer muchas cosas, y también comprar. Oasis de cuatro paredes en los que pasar las horas y practicar lúcidamente el escapismo. Solo con cruzar la puerta ya se relajan los músculos. Aquí en vez de preguntarte: «¿le puedo ayudar en algo?», te reciben con un «¿quiere tomar algo?». Porque si algo en común tienen todas estas tiendas es que, en todas, hay un precioso y enorme sofá donde el tiempo ya no existe.

«El nuevo espacio Blackcape está orientado a la experiencia de compra», son las palabras mágicas: experiencia de compra. Esto cuenta Isabel Cosme, dueña de Blackcape, una firma de moda masculina especializada en sastrería que inauguraba hace muy poco su nuevo local en el número 14 de Hernán Cortés. «Tenemos un lounge en colaboración con RedBull y una zona dedicada a nuestro exclusivo servicio de sastrería Su Misura (a medida) que realizamos en Italia». Lo más importante aquí: el trato personalizado «es la base de nuestra filosofía de empresa y lo que nos identifica», confiesa Isabel.

También lo confirman en otras boutiques de la calle como Marfil Joyeros, un poco más adelante en el cruce con Cirilo Amorós. «El trato personal e individual es nuestro principal activo», dicen Begoña y Paloma Marfil, hermanas y propietarias del negocio. Marfil se dedica a la alta joyería desde 1978 y quién mejor que la voz de la experiencia para ofrecerte y saber justo lo que necesitas.

Diamantes a tu medida, Holly estaría llena de gozo. «Cuando una persona llega a Marfil, nuestro primer objetivo es que se sienta cómoda, relajada, sin presión ni compromiso». Justo lo que decía, músculos relajados e incluso para algunos, mariposas en el estómago. Otra de las cosas a las que puedes venir a Hernán Cortés es a sentirte escuchado: «la clave es escucharles bien e interpretar sus necesidades y gustos», decía Isabel Cosme; «es fundamental, cada persona es diferente y lo que es ideal para una, para otra puede no serlo», reafirman las hermanas Begoña y Paloma.

Cambiaría el croissant por un merengue de La Rosa de Jericó, y desayunaría en frente del escaparate de Marfil o el de Sie7e Gallery, en el número 28.

En este tramo de la calle también, casi llegando a Gran Vía Marqués del Turia, está Hannover 1998, una tienda de dos pisos y 800 metros cuadrados con las marcas más exclusivas de moda masculina. Y al cruzar de acera Lucas Fox, una inmobiliaria de lujo que no tiene uno sino varios y enormes sofás. Aquí el tiempo pasa más despacio, las compras llevan otro tempo. Al «¿quieren tomar algo?» hay quien contesta un café, hay quien prefiere un gin tonic, respuesta independiente de la hora del día, pero todos están dispuestos a una cosa: pasar allí un buen rato. No prolongado, que también, sino de calidad.

Con un pequeño desvío en la ruta, más que justificado, Gran Vía esquina con Pizarro está Linda Vuela A Río, la boutique de perfumes de nicho en la que la exclusividad es una condición. Joaquín Egea, co-fundador de la tienda corrobora una vez más: «comprar un perfume de nicho debe ser una experiencia, sino no tiene sentido». El mundo del perfume es justo eso, todo un mundo y nada sienta mejor que ponerte en manos de verdaderos expertos.

Para acabar este delicioso paseo, retrocedemos sobre nuestros pasos, de nuevo en Hernán Cortés, números 5, 10 y 16. Allí se encuentran Chapeau, Chapeau accesorios y TRES, respectivamente, un grupo de tiendas multimarca con las mejores firmas de alta moda, en el caso de TRES con un carácter más joven. Bottega Veneta, Saint Laurent, Balmain, Valentino… ¿era en Disney el sitio donde los sueños se hacían realidad?