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Cristina de Salazar, en Valencia ANUKI BILBO

El álbum de la infancia de Cristina de Salazar

Creció rodeada de amigos y familia en una casa en la que el arte y la música siempre estuvieron presentes. Hoy, la artista multidisciplinar rememora unos años felices llenos de buenos recuerdos

Elena Meléndez

Valencia

Domingo, 25 de octubre 2020, 20:49

La familia paterna de Cristina de Salazar es de Navarra y su madre de Sevilla. Al no tener aquí una familia muy extensa, los padres de Cristina siempre tuvieron un amplio círculo de amigos con los que tenían mucha relación. «Yo los llamaba tíos y a sus hijos primos, para mí eran como familia. Con ellos pasábamos los fines de semana y los veranos, primero en Benidorm y luego en Tavernes de Valldigna», explica. Cristina fue una niña muy buena, tímida y obediente que siempre estaba sonriendo. La educaron con disciplina y cariño, con una madre muy moderna y un padre justo y equilibrado que le advertía 'cuando vayas a hacer algo piensa si te va a costar tiempo o dinero'. «Los castigos me los tenía que poner yo, algo que a mi hermano Nando y a mí nos hizo ser conscientes y responsables».

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A Cristina le gustaba dibujar, el diseño, la moda, el cine y la música de grupos como Santana, Fórmula Quinta, los Eagles o Supertramp. En el colegio descubrió que le interesaba el arte motivada por su profesora de dibujo, María Roca, que le decía que tenía potencial y le transmitió la pasión por el dibujo y el diseño. Pese a ello, cuando terminó COU se matriculó en Derecho. «Era lo que tocaba, pero a los dos años me pasé a Bellas Artes«.

«Mi madre fue mi inspiración, vestía de Montesinos y era muy divertida. La admiro porque jamás se ha amilanado, valoro mucho su determinación y el que tuviera las cosas tan claras». De los rituales de la época que recuerda con más cariño están las sesiones de cine matinal en una sala de Reino de Valencia, las tardes de parque en el Parterre y las cenas en casa de amigos de sus padres. «Tuvimos una infancia muy feliz, nos inculcaron confianza en nosotros mismos y respeto, mi hermano y yo no nos hemos peleado jamás y hemos tenido una relación muy estrecha».

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