La exmodelo parisina que encontró inspiración en Ucrania y creó su marca en Valencia

Su bisabuela ucraniana, aquella que era analfabeta, «una mujer sumisa que no tenía elección», inspiró la marca Lena Klar. «No es muy sexy sobre el papel: no tuve una bisabuela extrovertida, reconocida, vanguardista, amiga de personajes famosos, no inventó nada, no fue erudita. Sin embargo, fue una mujer admirable como tantas otras, por la valentía con la que afrontó las pruebas de la vida y las injusticias ligadas a su género».

A mujeres como ella ha querido rendir homenaje, a las que tienen «en el fondo de sus almas una historia fascinante que contarnos». Por eso sus vestidos son confeccionadas en diferentes telas, todas provenientes de sobras de las principales casas de moda, lo que les da a cada una una apariencia única y original, asociada a un enfoque ético y sostenible de la moda.

Daniele Dreux conoce perfectamente esa industria de la moda de la que ella ha intentado apartarse. «Fui modelo durante cuatro años, después de que con 17 años me ofrecieran dedicarme al mundo de la moda. Las dos veces dije que no, pero luego me lo replanteé porque desde pequeña había querido ser estilista», explica esta parisina, que desfiló para grandes como Karl Lagerfeld, Armani, Dolce and Gabbanna... «Viajé a lugares magníficos, he vivido en España, Italia, Alemania y Reino Unido. Aquellos años me hicieron crecer muy rápido y entender mejor el mundo en el que vivimos».

Después de 15 años en la industria musical y trabajando como directora artística para marcas de lujo, la parisina Daniele Dreux quiso crear su propia empresa de moda en 2020. Antes sólo había una forma de hacer moda: tener un letrero, hacerse un nombre y construir un imperio. Esto es lo que me detuvo, este tipo de ambición no era para mí. Hoy, gracias a Internet y las redes sociales, puedes construir tu marca y ser independiente«.

«Mi ideal es que no sólo la ropa sea bella estéticamente, sino también en la forma en que está concebida y producida», explica la diseñadora, que produce sus prendas en su taller de Valencia, ciudad donde vive con toda su familia. Sus prendas tienen un estilo francés atemporal, están hechas para durar y pasar de generación en generación.

El vestido más característico de Lena Klar tiene nombre, y se llama Meryl. «Es muy femenino, y quería que reflejara la elegancia francesa». Le inspiró un vestido de los años sesenta que tenía en el armario y que siempre «me tuvo loca». Su inspiración la encontró en otra mujer, a la que adora: Meryl Streep. «Destila mucha fuerza e inteligencia. Además, es muy activa en la defensa de los derechos de la mujer y se atreve a expresarse sin miedo». Y cada vestido que salga de la marca Lena Klar llevará el nombre de mujeres inspiradoras, del mundo del espectáculo, la ciencia, la literatura o el arte.