La historia de amor con sello valenciano que ha unido a dos talentos: «Estamos pletóricos»

«Mi abuela materna cosía, patronaba y le hacía toda la ropa a mi madre; la paterna era muy fan de la alta costura y recuerdo que en su casa estaba lleno de revistas y me dejaba probarme sus vestidos», recuerda María. El caso de Dani Villanueva, la otra pieza que completa Avec Amour, es diferente, ya que cuando conoció a María combinaba sus estudios de Ingeniería con una carrera de modelo que ahora ha aparcado. «No he conocido a una persona más creativa que Dani en mi vida».

Cuando Dani y María se conocieron, ella estudiaba Diseño de Moda, él Ingeniería, pero al mismo tiempo desarrollaban actividades creativas por separado, como la fotografía o la pintura. El trabajo de fin de carrera de María, una colección de moda, se convirtió en la excusa para lanzar la marca. Fue hace dos años, y en septiembre de 2023 sacaron una colección más grande con 22 looks y esta que presentaron en Barcelona la tercera. O segunda, teniendo en cuenta que aquellos inicios todavía correspondían a un trabajo estudiantil.

Todavía recuerda el día en que les confirmaron que desfilarían en la pasarela 080, una de las más prestigiosas a nivel nacional y que se ha convertido en uno de los mejores escaparates para los artistas noveles, como Avec Amour. «Tuvimos sólo unos dos meses desde que nos anunciaron que participábamos, y el grueso de la colección se hizo en esos dos meses», explica María, que recuerda cómo, noche y día, ella y Dani trabajaron sin parar. «Ha costado muchísimo, sobre todo teniendo en cuenta que lo hacemos todo, desde el patronaje, la costura, las joyas, hechas de cerámica fría... Encima con una sola máquina de coser porque la otra se nos rompió». Recuerda que tuvieron que descartar cinco looks, y no sólo eso, también se encargaron de las fotografías, de la comunicación. Sin ayuda. Incluso las maletas que aparecieron en el desfile las pintó Dani que, según María, tiene una sensibilidad especial para la pintura y también para la fotografía.

La pareja asegura que se complementa muchísimo, que son 50 50. «Nunca discutimos, y si alguno está de bajón ahí está el otro para ayudarle. Creo que hacer esto sola hubiera sido imposible, me hubiera vuelto loca, pero hacerlo los dos ha sido una ventaja abismal». En estos dos años, además, han podido ir definiendo un estilo que tiene como base la sostenibilidad, un concepto sin el que los jóvenes ya no entienden la moda. «Nos gusta ir pieza a pieza, hacerlo a medida, que sea un trabajo especial para cada persona que lo compre, y con los mejores tejidos», dice María. De hecho, asegura que tienen algunos antiquísimos, como un encaje del que han sacado ya algunas piezas para la colección que se vio en la pasarela catalana.

Y si habla de sueños, María no tiene grandes aspiraciones. «Poder desfilar era uno de mis retos y ahora lo que nos gustaría es poder seguir creando, que a la gente le guste, que sea lo más sostenible posible. No tenemos pensado una marca en la que crezcamos sin parar, no existe una ambición en ese sentido», asegura.

De momento, lo que tienen claro es que la marca ha empezado a andar y ellos saben lo que quieren. Dani ha aparcado su carrera como modelo y ahora combina las tardes de creación junto a María con su trabajo como ingeniero.