Las imágenes más vistas de Marta Lozano

La realidad es que más allá de estilismos, viajes, apariciones públicas y demás publicaciones, quienes siguen a las influencers más conocidas quieren saber de su vida más íntima, y un acontecimiento como un embarazo genera posts con un gran volumen de reacciones que ayudan a alimentar sus cuentas. No olvidemos que es de lo que viven. Marta Lozano ha creado un universo alrededor de su cuenta de Instagram, donde hay marcas publicitarias y, también, la empresa de cosmética que ha creado junto a su marido y Marta Lluch Seyda. The Glowfilter ha conseguido, en estos tres años de existencia, posicionarse en el sector de la cosmética y, en parte, lo ha logrado por el empuje que le da que una influencer como Marta Lozano sea su cabeza más visible, con una comunidad de seguidores fiel.

Pero Marta Lozano tiene claro que hay que poner unos límites en las redes. Lo dijo en una entrevista en LAS PROVINCIAS, cuando hablaba de que en ocasiones necesitaba dejar de lado el móvil. «Es un trabajo full time, porque el viernes por la tarde no dices: 'se acabó, nos vemos el lunes'. Además, hay una delgada línea entre la vida privada y el trabajo, y saber diferenciar es difícil. A veces digo, hoy no cogemos el móvil y simplemente hablamos. Si no, me volvería loca», decía.

La influencer sabe que es un trabajo que consume mucho, con una exposición a las críticas muy importante. Por un lado, por el anonimato que existe desde quien está sentado frente al ordenador o con el móvil en la mano. Por otro, porque todavía no se entiende muy bien cuál es el papel de las influencers, que nacieron como personas muy cercanas que compartían, en el caso del sector de la moda, estilismos donde verse reflejadas, consejos sobre lifestyle o sus marcas favoritas. Actualmente, la mayoría trabajan para firmas inalcanzables, son invitadas a lugares inaccesibles y viven una vida de ensueño a ojos de los demás sin, 'aparentemente', hacer otro trabajo que no sea compartir ese contenido. De hecho, al ver los comentarios que recibe la propia Marta Lozano en sus publicaciones se puede ver cómo se cuelan personas que la critican por cuestiones a veces muy banales.

Marta Lozano comenzó en 2014 con las redes sociales como cualquier otra joven de su edad mientras estudiaba Derecho. Pero, a diferencia de otras que lo intentan y no lo logran, su contenido gustó especialmente y la comunidad comenzó a crecer y crecer, hasta superar el millón de seguidores, que además se hacen mayores junto a ella, que evolucionan (se casan, tienen hijos...), mientras van surgiendo otras influencers más jóvenes seguidas por chicas de edades diferentes. La valenciana cree que hay que tener claro que en el mundo influencer, no a todo el mundo le vas a gustar, y de hecho Marta Lozano nunca contesta a las críticas, y tampoco las borra. «En este trabajo estás muy expuesto y es verdad que tienes que estar fuerte mentalmente, porque tienes la sensación de tener que estar perfecta las 24 horas del día. Además, yo no soy lo que la gente dice que soy, sino lo que yo quiero ser. Es un consejo que intento aplicarme todos los días para no volverme loca», explica la valenciana.