

Secciones
Servicios
Destacamos
A Paloma se le escapa el acento mexicano mientras habla entusiasmada por teléfono sobre el ambicioso proyecto que ha conseguido poner en marcha en Cancún, ... a más de ocho mil kilómetros de su tierra natal, Valencia. Porque Paloma Bosch podría ser ahora maestra en El Pilar, el colegio donde estudió, pero la vida le tenía reservada una existencia menos predecible. Hace apenas dos meses que se ha casado con Rodrigo Román, un mexicano que trabaja en el sector del turismo organizando viajes a Riviera Maya para estudiantes, y fue por amor por lo que se aventuró a cruzar el océano. «Primero me vine seis meses medio sabáticos, a ver si me adaptaba». Y tanto se adaptó que ya no volvió. Entró de maestra en una escuela, y por la tarde abrió una academia donde daba clases particulares a los niños.
La pandemia fue para Paloma un punto de inflexión importante. «Aquí en México los colegios estuvieron cerrados un año y medio», así que algunas familias y maestros se organizaron para que los niños pudieran seguir recibiendo clase. Paloma se convirtió en la maestra española a la que recurrieron muchas familias. «Se formaron grupos burbuja en las casas y llegué a tener veinte profesoras, a las que les mandaba el programa académico», explica Paloma.
Paloma Bosch y Rodrigo Román (todo el mundo le llama Roy) se casaron el pasado mes de diciembre en Jardín del Mar, un lugar increíble junto al mar en Puerto Morelos, en Riviera Maya. La mitad de los invitados habían llegado de España para acompañar a la pareja en su día más especial. Paloma llevaba un vestido diseñado en Valencia, en Aleste Atelier, con bordados del traje de novia de su madre.
Así que cuando los colegios volvieron a abrir, ya lo tenía casi todo, sólo le faltaban las instalaciones. Esta valenciana asegura que no ha sido nada fácil, enterrada a veces en permisos y papeleos, pero ha valido la pena, con un centenar de niños cursando en su escuela, Meraki, donde desarrollan una pedagogía innovadora basada en proyectos.
A favor ha tenido Paloma que muchas familias mexicanas que vivían en capitales más grandes, como México DF, se han trasladado a vivir a un lugar mucho más amable, en contacto con la naturaleza, como es Cancún. «Ha sido un sueño hecho realidad», asegura la valenciana, que explica que en México hay mucha diferencia entre la calidad de la educación pública y privada.
Noticia Relacionada
Paloma regresa a menudo a su querida Valencia. «Las vacaciones escolares me permiten ir al menos dos veces al año, y además nos visitan la familia y los amigos, así que siempre tengo a Valencia muy presente», explica.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.