Quién es Maite Ballester, la poderosa ejecutiva del capital riesgo que ha emparentado con los Orleans

Contaba Maite Ballester, que se casó hace treinta años en la propia Catedral de Valencia, que su objetivo con sus hijos era no ser una persona conformista, que fue lo que le inculcaron su madre y su abuela. «Cuando dejas de aspirar a ser más acabas siendo nada. Lo único que le pido a mis hijos es que no dejen de intentarlo. Creo en el efecto cascada, y cuanto mejor te va a ti mejor le va a la gente que te rodea», explicaba en otra entrevista.

Licenciada cum laude en Finanzas y Ciencias Políticas por el Boston College y MBA por la Universidad de Columbia, en Nueva York, Maite Ballester entra a trabajar con 21 años como ejecutiva financiera en uno de los principales grupos de telefonía de Estados Unidos, donde pudo llevar a cabo numerosos proyectos financieros.

Llegó posteriormente al mundo de la consultoría estratégica. «Llegué a coger 150 aviones en dos años», recordaba la ejecutiva, y su deseo de establecerse, de poder conciliar mejor, ya instalada en Madrid, le hizo llegar al sector de los fondos de capital riesgo. Ríe en una entrevista en vídeo cuando se dio cuenta de que no iba a ser así, que su vida no iba a tener horarios. «Decidí con mi marido que quería entregarme a mi profesión y por ello gasto la mitad de mi sueldo en logística. No he ido nunca a reuniones de padres, tengo tutores para mis hijos y también un chófer», decía en otra entrevista en Expansión hace unos años. Recordaba además cómo estuvo a punto de ponerse de parto en un avión y asumió que en el colegio de sus hijos pensaran que no tenían madre. «Que mis hijos pueden tener algún trauma? Mi experiencia es que no es así», se respondía a sí misma.

Maite Ballester cree que es muy importante ese apoyo de la pareja, porque tiene que tener claro que «no voy a llegar a casa a hacer el huevo frito; que lo vaya haciendo y yo ya llegaré a cenar», aseguraba. Y esta ejecutiva vinculada con Pedreguer encontró en su marido, Antonio Torio, un banquero ligado al Grupo Santander, esa persona que entendió que Maite Ballester estaba hecha para hacer grandes cosas en el mundo de los negocios.

Desde su privilegiada posición ha contribuido en los últimos años a promover que más mujeres lleguen a puestos de responsabilidad en el mundo financiero en el que ella se ha movido. «Es un sector muy masculino. Hay que negociar de forma muy firme, algunos empresarios no son muy educados y quizás esto a las mujeres nos sienta peor». No parece que a ella le haya molestado mucho; se trata de una mujer enérgica y con las ideas muy claras, que en reuniones tuvo que decir más de una vez: «no me interrumpas y déjame terminar».

Ella ha abierto camino a otras y, por ejemplo, se convirtió en la primera mujer en convertirse en presidenta de la patronal del sector y ha llegado a estar en la lista de las 100 mujeres más influyentes de España. Es miembro de International Women's Forum, una entidad que agrupa a más de siete mil mujeres líderes en todo el mundo. En esta institución ha coincidido, además de otras ejecutivas como Gloria Lomana o María Benjumea, con la soprano Ainhoa Arteta, una de sus grandes amigas y que cantó en la boda de su hija Carolina. «Hay que perseguir lo que uno desea» se ha convertido en su frase preferida, confesó en una entrevista, además de valorar en los demás la capacidad de levantarse en los momentos difíciles.