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Lorena Oliver, María González, Claudia Bonet y Bárbara Jiménez de la Iglesia, ante la mesa preparada para las fiestas navideñas en el restaurante del Hotel Estimar. JESÚS SIGNES

Cómo preparar la cena de Nochebuena, según las mejores expertas en eventos

LAS PROVINCIAS cita a las profesionales del mundo de las bodas para conocer cómo se planifica la mesa para una celebración especial, como las que llegan en estas fechas. Cada vez más familias confían a organizadores de eventos la cena de Nochebuena

Martes, 24 de diciembre 2024, 00:08

Si hay una cena especial al año, esa es la de Nochebuena. Prepararla bien es cada vez más complicado porque las redes sociales han educado ... mucho el gusto. «Nuestras madres sacaban cada año la misma vajilla y el mismo mantel, pero ahora se busca algo más elaborado y no siempre hay suficientes sillas y menaje para todos los invitados. Ocuparse de montar la mesa, encargar flores y preparar el menú puede ser agotador, sobre todo porque ahora todos estamos muy ocupados», explica la organizadora de eventos Lorena Oliver. «Por eso nos encargan cada vez más que nos ocupemos de todo, desde la decoración hasta el menú». Al final, organizar una buena mesa de Navidad es casi como diseñar la de enlace nupcial. «La gente no es consciente de que lleva el mismo trabajo una boda para cuatrocientas personas que una cena para veinticinco; el anfitrión llega exhausto a la noche».

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LAS PROVINCIAS le propuso montar una de esas mesas de Navidad y que nos diera consejos prácticos para recibir en casa esa noche tal y como lo harían los organizadores de eventos. Así, Oliver preparó una preciosa mesa de Navidad en el restaurante del hotel Estimar con el equipo de profesionales con los que suele trabajar. Claudia Bonet, de El Taller de Clo, se ocupó de la decoración floral; Bárbara Jiménez de la Iglesia del menú y María González, de La Guinda de tu fiesta, se encargó del menaje, manteles y cristalería. El resultado fue una mesa navideña con un toque sofisticado. «Hemos querido aportar un toque otoñal invernal», explica Lorena Oliver.

«A nosotras nos gusta mucho mezclar distintos materiales -continúa María, de La Guinda de tu fiesta-, una combinación que antiguamente era impensable, como un bajoplato plateado con una cubertería que ha traído Bárbara color bronce. Intentamos salirnos de lo convencional sin perder la normativa». Y es que una mesa formal consta de mantel, un bajoplato, un menú completo con un pescado, una carne, una crema o una sopa, copa de agua, de vino blanco y tinto y champán. «Se cumple lo protocolario de la mesa formal, pero con mezclas clásicas y modernas», incide María González.

La decoración también ha jugado con esos contrastes. «Las piñas y las bolas de Navidad están puestas de forma decorativa, no como un centro. También hemos huido del típico rojo y verde, con lazos granate de terciopelo en velas azules; de esta manera nos salimos de los cánones».

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La presentación de los platos también es importante. Así lo explica Bárbara Jiménez de la Iglesia. «En Navidad, las materias primas tienen que ser las de toda la vida pero hay que reinventar las presentaciones sin complicarse. Lo mejor es darle un nuevo uso al menaje de casa. Por ejemplo, las tazas de café para presentar una mousse de chocolate o una bandeja para la bebida puede funcionar para montar un bufé de quesos. O montar canapés en cucharas. Yo busco una presentación original pero creo que no hay que complicarse la vida con la cocina porque no hay tiempo para preparar menús». La idea de Bárbara es que casi todo esté preparado desde el día anterior, como una crema de marisco, y que se emplate por la tarde para poder estar con los invitados, y no estar toda la noche en la cocina.

Otro truco para la presentación es jugar con los colores. «El secreto está en que haya un buen género y combinarlo con unas frutas, frutos secos o tostas».

¿Cómo empezamos a organizar una mesa como esa? «Contratándonos a nosotras», responde Lorena Oliver riéndose. «Lo dejamos preparado el día de antes, traemos hasta las sillas porque queda fatal no tener suficientes y poner una de la cocina», explica. Alquilar una silla cuesta entre cuatro y cinco euros más los portes. «Hoy tengo uno de mis chicos repartiendo sillas por toda Valencia», añade María González. Se puede alquilar todo: menaje, manteles, bajoplatos, cristalerías…

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Encargar el menú de Navidad también es cada vez más frecuente. «He estado muchos años, casi quince, preparando platos que repartía el 24 por la mañana y solo había que calentarlos. Desde que se han puesto de moda las bodas navideñas no tengo tiempo», cuenta Bárbara.

Las cenas de Navidad también están sujetas a modas. Ahora hay una vuelta hacia lo tradicional. Bárbara dice que en cocina la gente quiere comer lo que sabe que está bueno, mucha calidad y producto de toda la vida. «Ha pasado de moda no saber lo que estás comiendo».

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Además, cada vez más gente se decide por una cena tipo bufé para que no sea tan pesada. El bufé tiene una ventaja, y es que si son muchos invitados no caben en una mesa. «En las casas no hay comedores para veinticinco personas, como nos sucede a mi familia, y a mí eso de poner mesas longanizas, o sentar a los niños en otra mesa, lo veo horroroso». Al decantarse por un bufé unos pueden estar de pie, otros en los sofás, se pueden crear varias zonas y estar todos juntos. «Además, es perfecto para evitar trabajo en la cocina porque una parte del menú se puede preparar el día anterior», añade Bárbara.

¿Qué platos se pueden servir en una mesa bufé? «Pueden combinarse los fríos y templados», dice Lorena. «Un rosbif se cocina con anterioridad y se deja a temperatura ambiente, optar por un pudin o incluso servir tibio el propio pavo», explica Bárbara. «En un bufé hay mucho de frío, como mariscos, pero en lugar de sacar gambas hay otras opciones, como un ceviche o un tartar. Además, un buen jamón, foie, unos quesos y alguna crema son apuestas seguras».

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Algo que sucede en los bufés es que la comida se toma a veces en un sofá, por eso las expertas recomiendan que no requiera de cuchillo. Bárbara da un truco: «Si no se dispone de mesas bajas o mucho mobiliario hay que buscar un menú sencillo que permita poner el plato sobre las rodillas y comer sólo con un tenedor».

Y, ¿cómo se organiza un bufé? ¿Dónde se ponen los platos? Aquí las expertas recomiendan utilizar una mesa grande para la comida y dejar el menaje -las copas, platos y cubiertos- en otra auxiliar. «Depende del espacio del que se disponga, pero lo ideal sería crear puntos, uno con bebida y menaje y, en otro, la comida», dice Bárbara.

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Organización

Para que todo quede perfecto es fundamental la organización. Hacer una lista de tareas los días de antes y saber qué mantel se va a usar para que quede bien con las flores y la vajilla. De hecho, las flores son casi lo más importante. Los centros y buqués de Claudia Bonet, de El Taller de Clo, son especialmente creativos. «Un centro de mesa de Navidad tiene que llevar verdes invernales, como el abeto y el pino o eucalipto, a los que añadimos bolas, velas y piñas», aconseja Claudia. El tamaño del centro dependerá de la longitud de la mesa y del espacio que tengamos. Ella recomienda poner flores también en las mesas auxiliares. «Y, por supuesto, la corona de Adviento en la entrada. En Navidad, más es más». Claudia cree que es mejor encargar los centros ya hechos para evitar la sobrecarga de trabajo.

Otro consejo. «Las velas aromáticas nunca hay que ponerlas junto a la comida, porque el olor distorsiona», dice Claudia. «Ese aroma a caldito de Navidad a mí me encanta», añade. Es recomendable, además, ventilar la casa antes de que lleguen los invitados.

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Si en lugar de bufé se va a organizar una cena tradicional, la logística es algo más complicada. Hay que decidir si se saca la cena ya emplatada o si se sirve en la mesa, que, por cierto, tiene que llevar muletón debajo del mantel. Bárbara es partidaria de lo primero. «Hay que contar con todos los de la casa; siempre hay hijos adolescentes que pueden echar una mano y estar pendiente del vino. La familia es siempre un equipo, y más en estas fechas».

Llegamos a la cena y algún invitado ha traído flores o vino. ¿Qué hacer si no encaja con la decoración o el vino con el menú? Claudia tiene la solución para las flores: ponerlas en la entrada de la casa o en alguna mesa auxiliar. En cuanto al vino, siempre hay que servirlo. «Y, además, el primero», añade Bárbara. «Es un poco de faena cuando se prepara un menú y una mesa; la gente lo hace con buena intención, pero puede descuadrar con el resto de los platos».

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Cuando acabe la cena, no hay que olvidar los turrones, el champán, los polvorones, pastelitos de gloria, nueces fondant. Y un último consejo, villancicos. «Cuando organizamos una cena llevamos hasta la playlist de villancicos», añade Lorena Oliver. Una maravilla.

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