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¿Quién es Ami Bondia?

Con quince años tenía una aspiración: conocer a Alejandro Sanz, hacerse una foto con él. Una década después se convirtió en su jefa de prensa, un cargo que dejó para recuperar una vida propia. La comunicadora cree que sus padres fueron determinantes: «Siempre creyeron en mí»

MARÍA JOSÉ CARCHANO

Domingo, 27 de enero 2019, 01:08

Ami Bondia se fija en la frase de las servilletas en la cafetería donde hemos quedado: «quien tiene magia no necesita trucos». Le viene como un traje a medida, porque le brillan los ojos de ilusión; es de esas personas que transmiten una energía positiva en el que te empiezas a creer que de verdad se cumplen todos los sueños, como el que tenía ella cuando era solo una adolescente. Su historia es fascinante.

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-Un día dijiste: «tengo un sueño».

-Sí, mi sueño, con quince años, era conocer a Alejandro Sanz. Estuve dos veranos yendo a su casa de Madrid para intentar conocerle. A la tercera, en plenos exámenes de COU, veo en la tele que va a pasar unos días descansando. Les dije a mis padres que me acompañaran, que esta vez sí tenía el presentimiento de que lo iba a ver. Lo conseguí. Pero luego ya quería que el siguiente encuentro fuera trabajando.

-Y te hiciste periodista.

-Era una carrera que me gustaba mucho, pero que además me permitía acceder a este tipo de personas. Trabajé en la televisión, pero lo hice en programas como 'La máquina de la verdad'. Me lo dejé porque me di cuenta de que aquello no era periodismo ni tampoco iba a aparecer nunca Alejandro Sanz en esos lugares. Así que me matriculé en un posgrado de gestión musical.

-Ibas acercándote a él cada vez más.

-Yo, mientras, había estado mandando currículums a su oficina de representación, dos al año. Pero como no me llamaban, cuando acabé el posgrado me fui a Madrid. Pensé: «si Mahoma no va a la montaña…». Cuando estaba a dos minutos de la dirección me suena el teléfono. «Te llamamos de la oficina de Alejandro Sanz, aquí hay una pila de curriculums tuyos y tenemos curiosidad por conocerte, ¿sigues interesada?». Imagínate. Me cogieron, pero me tuvieron durante meses haciendo bases de datos. Me parecía que tocaba las estrellas con los dedos pero no las alcanzaba. Y dos días antes, Ana Torroja estaba de gira, la persona que la lleva se encontraba de vacaciones y allí solo quedaba la becaria, que era yo. Me salió bien y me hicieron contrato.

«He aprendido que los sueños de niño se pueden cumplir»

-¿Y ya pudiste trabajar con él?

-Todavía estuve un año sin conocerle, pero ya tenía contacto con otros artistas. Un día, la jefa me metió al despacho y me dijo: «no tienes la experiencia porque eres muy joven pero te vemos con mucha ilusión y queremos proponerte que seas la nueva jefa de prensa de Alejandro Sanz». Claro, todo el mundo sabía mi historia. Ni en mis mejores sueños. Tardé muchísimo tiempo en creérmelo.

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-¿Cómo fue la experiencia?

-Estuve cuatro años con él recorriendo medio mundo, y a mí, sobre todo, me cambió mi forma de pensar, porque a partir de ahí tuve claro que los sueños se pueden cumplir.

-¿Por qué lo dejaste?

-Era un sacrificio personal muy grande, con un día a día que no te permitía tener vida propia; cambiábamos de país todas las semanas. Hasta que me subí a un avión con las fechas de la siguiente gira y me generó una crisis de ansiedad. Me di cuenta de que ya no podía continuar. Nadie lo entendía, pero yo quería que el mundo fuera más lento.

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Ami Bondia sonríe, su vida está conformada por sus sueños cumplidos. Irene Marsilla

-¿Cambiaste de sector?

-Me metí en una oenegé, viajé muchísimo también, pero vi el otro lado del mundo, que antes eran todo resorts y desayunos continentales. Conocí el sector de la educación, me di tiempo para pensar. Porque en ese momento caí en la cuenta de que nadie te enseña a plantearte qué quieres en la vida, qué te hace feliz, y no tenemos las herramientas para alcanzar esas metas.

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Una espina clavada

-Pero tú sí lo conseguiste.

-Si yo lo había logrado era gracias a mi familia, que siempre me habían dado esa motivación, que creyeron en mí. Hice la tesis doctoral de inteligencia emocional aplicada a la educación. Me sirvió para dar clases y conferencias a niños y no tan niños, donde les explico que pueden soñar y cómo lograr cumplirlos.

-¿Por qué se te ocurrió escribir un libro?

-Escribí 'Un café con Chan', que es el nombre familiar con el que conocen a Alejandro Sanz, porque veía la necesidad de poner por escrito mi experiencia. Pensé que iba a quedarse para mi familia y poco más, pero me abrió las puertas de Televisión Española, del programa 'Emprende'. Además, le llevé el libro al artista. Lo leyó, quería que volviera. Ahí puse yo las condiciones. Ahora soy free lance, he podido ser madre, doy charlas... los sueños se renuevan, crecen contigo; lo importante es saber escuchar tu voz interior.

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