Maximiliano Rese, en el Mercado de Colón. IVÁN ARLANDIS

El recorrido vital por el lujo del argentino que vestía a reinas y princesas

Después de vivir en medio mundo, trabajar en las mejores firmas de moda y vestir a princesas y reinas, Maximiliano Rese encontró en Valencia el amor que buscaba, huyendo de los largos inviernos y la lluvia eterna de París

Miércoles, 20 de diciembre 2023, 00:28

Maximiliano Rese quería ser piloto de avión para poder viajar, así que aunque aquel sueño de adolescente no se llegó a materializar, sí vaticinaba cómo iba a ser la vida de este argentino de sangre libanesa e italiana. Y al preguntarle en cuántos países ha ... vivido durante todos estos años, la lista es larguísima: Francia, Estados Unidos, Suiza, Inglaterra... Antes de llegar, primero a Barcelona, finalmente a Valencia, donde encontró a la persona, Álex Jordán, que le asentó en una ciudad que adora. «Huía de París, de los inviernos largos, los días nublados y la lluvia eterna». Valencia le recuerda, por la luz, al Buenos Aires que ve cada vez que aterriza al otro lado del mundo para ver a su familia.

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Durante muchos años trabajó en una entidad financiera, hasta que gracias a una estancia en Francia para perfeccionar el idioma pudo conocer el mundo de la moda. «Empecé a trabajar para Jean Paul Gaultier, en la Haute Couture, y me abrió un montón la cabeza porque conocí actrices, reyes, reinas, presidentes, mujeres de primeros ministros, viajé en aviones privados para vestir a princesas en Marruecos, Mónaco, Qatar...».

Su vida profesional ha estado ligada a firmas como Versace o Gucci, de donde se movía de un lado a otro gracias a cazatalentos que le tentaban. «Siempre fui un poco soñador y tuve la suerte de que algunos de aquellos sueños se hayan hecho realidad». Mi vida ha sido un auténtico privilegio porque « he aprendido, conocido, viajado... Son experiencias que me llevo y que me han hecho evolucionar como persona. Viviendo afuera me he conocido a mí mismo, y sobre todo, me he dado cuenta de la fuerza que tengo, porque he pasado cumpleaños solo, porque, aunque la mayoría de los extranjeros no te lo digan, hay momentos en que la pasas muy mal».

Maximiliano Rese habla rápido con un acento argentino como si hubiera salido de su país hace unos días, y tiene una explicación. «Para mí es importante, como extranjero, aprender la cultura y los códigos de cada país en el que he vivido sin perder mi esencia, y el acento habla de quién soy».

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En el mundo del lujo

Maximiliano Rese trabaja ahora en la Joyería Rafael Torres, un lugar con el que se ha sentido muy identificado porque lleva años trabajando en el mundo del lujo. «Siempre me ha gustado servir al cliente, que su compra, sea del valor que sea, se convierta en una experiencia», explica Maximiliano, que cree que con las joyas de Rafael Torres «es muy fácil, porque tienen la mejor calidad».

De hecho, nunca se consideró una persona demasiado nacionalista, «de ir con el mate por la calle», pero sí intenta volver una o dos veces al año a Buenos Aires para ver a su familia y a sus amigos. «Extraño el helado, el dulce de leche, los sandwich de miga o las empanadas, pero sobre todo extraño compartir con mi familia el día a día, los momentos alegres, los tristes», se sincera. De hecho, uno de los momentos que recuerda con mayor cariño fue el viaje al Líbano con su familia y las emociones que vivió cuando su padre se reencontró con Beirut, su lugar de origen antes de emigrar a Buenos Aires. «Siempre crecí en una familia multicultural», asegura Maximiliano.

A cambio, ha encontrado una persona, Álex Jordán, estilista de El Corte Inglés, con la que comparte su vida, también su pasión por viajar. En Valencia ha aprendido a cocinar arroz al horno, o el cocido de su suegra. «Me encanta la comida casera que prepara, los garbanzos con espinacas, las lentejas, el hervido...».

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