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B. González
Ontinyent
Martes, 4 de febrero 2025, 17:02
No hay mejor manera de aprender que viviendo la experiencia. Es la máxima del proyecto de recuperación de especies en peligro de extinción que está en marcha en siete colegios de Ontinyent, impulsado por la Colla Ecologistas l'Arrel, con la colaboración de la finca 'El Puerto', el Ayuntamiento y otras entidades locales.
El proyecto ya se inició el pasado curso en dos centros educativos y dado el éxito, se ha extendido a otros cinco más. Así, el alumnado colabora con el Centro Acuífero de El Palmar en la crianza de dos especies vulnerables, como son el gallipato u ofegabous y el triops.
«Su hábitat se han visto muy alterados porque las charcas naturales, donde suelen vivir, están en regresión, debido a la degradación que están sufriendo los espacios naturales, a la urbanización de las zonas inundables y también a los efectos del cambio climático, cada vez llueve menos», explica David Gironés, presidente de la Colla l'Arrel.
El objetivo de la Colla con esta iniciativa es implicar a los menores en este trabajo que lleva realizando el Centro de El Palmar desde el año 1990, con el asesoramiento y seguimiento de los técnicos. Así, desde el Centro se entregan las crías de las especies para que sean los alumnos y alumnas quienes contribuyan a su crecimiento hasta su puesta en libertad en su hábitat.
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Así, en cada centro educativo hay instalada una especie de charca con las crías a las que el alumnado va dando de comer, primero pienso y cuando son algo mayores larvas, moscas y gusanos. Los biólogos Àngel Such y Laia Sun se encargan de la monitorización de las balsas, para realizar los informes sobre la evolución de las especies. Una vez que están preparados para valerse por sí mismos, los animales son liberados en este caso en la finca 'El Puerto' cedida por los hermanos Prieto.
David asegura que prueba del interés de los alumnos es que este año se han sumado más centros. «Aprenden de forma más amena y contribuyen a esta labor de conservación de especies», un «aprendizaje significativo» que les hace ser consciente de la importancia de cuidar el ecosistema.
En la Vall d'Albaida la población de ofegabous(Pleurodeles waltl o más conocido como gallipato) es muy baja. Se trata de una especie endémica de la península ibérica y Marruecos declarada «vulnerable» por el Catálogo valenciano de especies amenazadas de fauna y en regresión en algunas zonas, que también es denominada como 'ofegabous', por la creencia mitológica generalizada de que vacas y toros podían morirse si se tragaban uno de estos animales al beber en las charcas.
El gallipato tiene un aspecto como el de un animal prehistórico y puede alcanzar hasta 300 milímetros de longitud. Es el único anfibio con cola que vive en la Comunitat Valenciana y en su supervivencia también hubo de enfrentarse a la captura y comercialización ilegal.
Por su parte el triops es un crustáceo de la época del Triásico que no tiene ninguna población actualmente en la comarca, pero la Generalitat tiene localizados 14 enclaves con presencia en toda la Comunitat Valenciana, varias de ellas en la Font de la Foguera, en la Costera.
Los triops que en valenciano se conocen popularmente como 'tortuguetes', por la forma redondeada y abultada de su caparazón, son una especie catalogada como 'vulnerable' por el grave riesgo de desaparición en el litoral mediterráneo. Su forma recuerda al gran cangrejo herradura, pero en realidad es un pequeño invertebrado branquiópodo, con branquias en las patas. En su caparazón se observan tres ojos, lo que le da su nombre científico.
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