Ruido, mucho ruido de latas tiradas por el hilo de la inocencia que impulsa larga tradición. Es la llamada a los Reyes Magos. Que sepan que estamos aquí. Que el pueblo es pequeño, pero existe y sus niños, los que aguardan el futuro, quieren respuesta ... a sus cartas.
Publicidad
Latas de conserva -grandes y pequeñas-, y botes de refresco enlazados con cordeles hasta construir una tira sonora son los protagonistas de este real cuento de cierre navideño. Es un espectáculo de sonrisas y color ricamente ensordecedor, tanto que la banda de música juvenil que les acompaña casi no se escucha.
Es la fiesta con la que decenas de niños, y también algún mayor, han tomado las calles de Càrcer, en la comarca de la Ribera. Esta mañana han cumplido con la tradición de 'les rastreres''. Cuentan los viejos que en su infancia ya lo hacían . Entonces buscaban sartenes, cacerolas y hasta regaderas de zinc para diseñar sus largas 'rastreres'. Cuánto más ruido mejor, más regalos.
Noticias relacionadas
Los tiempos han cambiado. Hoy son las latas de refresco, unas pintadas y otras no, las que ponen música a la mañana del 5 de enero en espera de la gran noche. Melchor, Gaspar y Baltasar ya están avisados. En Càrcer los niños les esperan. Los mayores también.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.