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José Gómez corta unas chuletas para sus clientes. Jesús Signes

La carnicería de los 160 años

Cuatro generaciones de la familia de José Gómez han estado al frente de este negocio de Carcaixent que ha ganado un premio nacional por ser un comercio histórico

A. Talavera

Carcaixent

Jueves, 12 de octubre 2023, 14:14

Una vida entera y una historia familiar dedicada a la carne. Así es el árbol genealógico de José Gómez, un carnicero de Carcaixent, cuyo negocio ... lleva en activo desde 1864. Su tatarabuela ya se dedicaba a este oficio y fue la que abrió la primera carnicería de la familia en esta localidad de la Ribera Alta. Sin embargo, la tradición podría venir de más lejos como recordaban su abuela y su padre pero no existe constancia documental.

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En todo caso, ya son 160 años los que este comercio ha estado atendiendo a sus clientes día tras día y viendo como han ido cambiando los gustos y hábitos en este sector.

«Todo ha cambiado mucho. Antes se mataban dos toros a la semana y la gente buscaba la ternera en filetes, carnes cortadas. Ahora casi todo son productos elaborados. La gente quiere que la carne sea tierna, fácil de cocinar y comer», explica Gómez mientras atiende a su clientela habitual, algunas de estas personas ya le compraban a su madre.

El padre de José fue el que empezó a introducir las hamburguesas en Carcaixent ya que hasta ese momento en la mayoría de carnicerías no se ofrecían este tipo de productos preparados. Ahora se puede elegir entre una gran variedad de hamburguesas de diferentes sabores y hasta 40 productos de diferente elaboración.

«Las cosas son muy diferentes pero no se ha perdido la esencia de buscar los mejores animales para que haya calidad. Lo que quiero cada vez que preparo algo es que recuerde al sabor de siempre», comenta este carnicero que muestra en cada una de sus palabras la pasión por un oficio que conoce a la perfección.

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Y es que José se ha criado entre chuletas y longanizas. Sus primeros meses de vida los pasaba en los brazos de su madre mientras ésta atendía a las clientas. Con sólo cuatro años empezó a acompañar a su padre a las granjas para ver a los animales y él le explicó todo los secretos de esta profesión tan tradicional.

«Es un arte saber lo que hay que comprar para que sea bueno y todo eso me lo enseñó mi padre», destaca este carnicero que ha mantenido con mucho amor el legado familiar desde que comenzó a trabajar a los 14 años.

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Historia a través del mostrador

Durante este más de siglo y medio la carnicería ha pasado por muchas etapas, igual que la sociedad. Al principio su abuelo servía la carne en una pequeña mesa de madera en la calle. No había neveras y la gente compraba para el día. Desde aquello ha llovido mucho.

Uno de los momentos más duros que recuerda José en todo este tiempo al frente de la carnicería han sido los años posteriores a la pantanada de Tous. Un momento negro en la historia de Carcaixent y la Ribera donde el agua arrasó con todo y la crisis golpeó de forma brutal. «Hasta el año 82-83 habíamos tenido muy buenas ventas ya que esta zona era muy próspera con muchos almacenes de naranja. Pero esos años fueron muy malos, la gente no compraba nada, no había ni gente por la calle», recuerda José. Luego han venido otras crisis económicas pero no tan generalizadas como la de la famosa 'pantanà'.

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Toda la historia de la Carnisseria i Xarcuteria José Gómez 'Bambau', apodo que recibía su padre que se sentaba delante de la puerta cuando acababa su jornada laboral a hacer «el bambau», le ha valido para recoger el premio nacional a 'Comercio Histórico'. Un galardón que entre la Confederación de Comercio de España y que reconoce la antigüedad de los establecimientos y apuesta por el relevo generacional.

«Lo recogí junto a mi mujer, que siempre está apoyándome, y a mi madre que estuvo al frente de la carnicería hasta los 69 años», comenta José orgulloso de este reconocimiento.

Los tiempos han cambiado mucho y esta histórica carnicería ya no cuenta con el relevo generacional. «Mis hijos han estudiado y se dedican a otras cosas. Este negocio necesita mucho sacrificio, más de 60 horas de trabajo a la semana y sin casi descanso. Es una lástima que todo lo que yo sé del oficio se pierda porque no hay nadie que quiera aprenderlo», lamenta este hombre que ha hecho de su trabajo su pasión.

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Como todos los sectores, el de la carne también ha tenido que saber adaptarse a los nuevos tiempos y a los cambios en el consumo. En este sentido, en Carcaixent se ha pasado de unas 25 carnicerías cuando el negocio lo regentaba el padre de José Gómez a tan sólo cuatro en la actualidad. Sin embargo, este negocio vive un buen momento gracias a mantener la tradición a través de las nuevas tendencias.

«Estamos en redes sociales y recogemos pedidos por todos los canales. Cuando te pasan una nota y todo lo que le pones es bueno y como les gusta a los clientes consigues fidelizarlos, y eso es lo que más valor tiene», destaca este carnicero que recibe con una sonrisa a todos los que entran a su local en la calle Balmes. Gente del pueblo pero también de otros municipios cercanos e incluso de Valencia que acuden hasta este comercio histórico para degustar todo el sabor tradicional heredado de padres a hijos.

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