Los empresarios del polígono Serrans V de Aielo de Malferit aseguran que se irán si se instala la planta de biogás

Los empresarios del polígono industrial Serrans V se suman al «no» a la instalación de la planta de biogás en Aielo de Malferit de la población y corporación municipal. Es más, aseguran de manera rotunda que están dispuestos a irse si finalmente se ubica junto a sus empresas, en la zona de Serrans V.

Los empresarios aseguran que la actividad de esta planta es incompatible con sus actividades y subrayan los perjuicios que supondrá para ellos por los olores y gases que emitirán a la atmósfera y no se creen lo que «vende» la empresa de que nada de esto se producirá.

«Queremos dejar claro que nosotros estamos en contra de que la planta se ubique aquí, no de  este tipo de plantas, y que lo que estamos es defendiendo nuestras empresas y nuestras inversiones», subraya el portavoz de los empresarios, Quique Guillén, quien explica que, en su caso particular tenía en marcha la ampliación de su actividad y que, tras conocer que esta planta se pretende ubicar a escasos diez metros, ha paralizado la inversión ante la «inseguridad» que le genera.

Lamenta que no se haya tenido en cuenta a las empresas, un centenar que llevan años asentadas allí, consolidadadas, con proyectos de futuro y a las 500 personas que trabajan en ellas. «La promotora habla de la creación de puestos de trabajo. Nosotros estamos dispuestos a asumirlos, a crear más empleos para que esta planta no se ubique», insisten.

En la misma calle donde se pretende instalar la planta, en Serrans V, hay instaladas siete empresas, una de ellas la de Quique, de diferentes sectores como el textil, muebles, alimentación de animales o transportes.

La explicaciones que la promotora Genia Bionergy  dio en la reunión organizada en el pueblo sobre el proyecto no les convenció. «Nos invitaron a visitar una planta, pero nosotros lo que queremos es visitar una con las mismas características, en un polígono industrial y a escasos 800 metros del casco urbano y hablar con esos empresarios y vecinos, para que nos digan el impacto real de esa planta», subraya Guillén.

Es más, se han puesto en contacto con asociaciones a nivel nacional donde se plantean 25 plantas de biogás y la postura es la misma. Muestran su preocupación al considerar que podría provocar un grave impacto sobre la salud y la salubridad e insisten en que «por encima de lo económico, está la salud».

No entienden que se hable de economía circular, cuando los residuos que, según se indica en el proyecto son cortaza de cítricos y pulpa de extracción de frutos, se tendrán que traer de comarcas como la Ribera. «Esta zona no es productora de naranjas y el transporte de 50 o 60 camiones diarios provoca un impacto de emisiones de dióxido de carbono mayor que el que lo que pretenden reducir», insisten.

«Queremos crecer y hacer fuertes nuestras empresas, pero sin tener al lado una planta que generará partículas al medio ambiente y que podría poner en peligro la salud. Es un tema que es muy reciente y no sabemos en un futuro lo que estas plantas provocarán», subrayan.

Los empresarios quieren dejar claro que se desvinculan de cualquier posición política y que sólo defienden sus intereses y los de sus trabajadores. No obstante, aplauden la decisión del consistorio de suspender las licencias a este tipo de instalaciones, así como la postura prácticamente unánime de toda la población. «Nuestra postura es un 'no' rotundo a la planta en el lugar donde se quiere ubicar».

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